Una asamblea de trabajadores y la Comisión Interna de la revista Veintitrés repudiaron las amenazas e insultos que recibió el periodista de parte del abogado y otras dos personas mencionadas en la nota «El club de fachos», de su autoría.

«El abogado José María Soaje Pintos envió al autor de la nota dos mails plagados de insultos, frases judeofóbicas, misóginas y homofóbicas, que además fueron divulgados en sitios fascistas», señaló la denuncia sindical divulgada hoy.

Asambleístas y delegados gremiales repudiaron «enérgicamente las amenazas» contra Eliaschev «por parte de tres de los mencionados en la nota `El club de fachos` en el número 750 de la revista, en la que se describe el accionar de grupos nazi-fascistas en la Argentina».

«Estas agresiones pretenden silenciar nuestra labor periodística, atentando contra la libertad de expresión. No lo permitiremos», concluyó el texto aprobado en la asamblea y asumida por la representación sindical de los trabajadores de Veintitrés.

Tomás Eliaschev dijo a Télam que trataron el tema en asamblea «porque no sólo es una amenaza en mi contra sino a todos los que hacemos la revista», por lo que «la respuesta debía ser colectiva y la asamblea es el método».

El periodista destacó las numerosas expresiones de solidaridad de «colegas y compañeros», de medios alternativos y «hasta de Adepa», la organización patronal de prensa, «a quienes les dije que lo apreciaba especialmente porque estamos en lugares distintos del mostrador».

«Por supuesto, también recibí la solidaridad de la organización en la que milito, el Frente Popular Darío Santillán», puntualizó Eliaschev y mencionó otros respaldos como los de la Juventud de Kolina y otras agrupaciones kirchneristas del partido bonaerense Malvinas Argentinas «que sufren en carne propia a uno de estos personajes, el suboficial (re) `carapintada` Roberto Oscar Barbalace».

El periodista señaló que Barbalace «encabeza reuniones del Congreso Nacional de Suboficiales (CoNaSubAr, de ultraderecha) en instalaciones municipales» de esa comuna y «fue denunciado como presunto guardaespaldas de Jesús Cariglino», el intendente de Malvinas Argentinas.

«Lo más relevante es que, cuando uno lee los textos de estos personajes, puede suponer que son marginales, pero tienen fuertes vínculos con sectores políticos y con empresas», subrayó.

En uno de los mail que envió a Eliaschev, José María Soaje Pinto escribió: «Pendejo… me hubiera gustado verte haciéndote el guapo en un reten militar de ruta, como me pasó a mí, y que te lleven para fusilarte. Te hubieras cagado bien en los pantalones, marica».

Además, le dijo, si viera a «maricas como vos o como esas asesinas aborteras» pintar las paredes de la Catedral, «te agarraría del cuello y te cagaría a trompadas».

«Vi que hace tiempo te cagaron bien a trompadas y no aprendes. Mirá si por todas estas estupideces que escribís se enojan los del 8N… no vas a poder salir a la calle», agregó en otro párrafo.

También envió un texto agraviante a Eliaschev Juan Manuel Soaje Pinto, mientras que Barbalace «hizo sus propias amenazas en su programa televisivo y por Internet», denunció la nota de repudio.

Eliaschev había escrito que «los grupos de extrema derecha tuvieron (en la protesta con cacerolas de) el último 8 de noviembre una oportunidad para mezclarse con la muchedumbre y desplegar sus consignas ultramontanas», en la nota en la que procuró describir a diversos grupos fascistas o filonazis activos.

Soaje Pinto defendió en el pasado a criminales de guerra nazis, oficiales «carapintadas», activistas neonazis y, entre otros, a miembros del grupo ultracatólico que en 2004 agredió la muestra del artista León Ferrari en el Centro Cultural Recoleta.

Hace tres años, protagonizó una trifulca con funcionarios gubernamentales durante una audiencia en las oficinas de Papel Prensa, a la que pretendió ingresar como abogado de un ejecutivo de esa empresa vinculado a los diarios Clarín y La Nación.