Una mujer policía denunció que dentro de la Comisaría Novena de Quilmes Oeste le robaron su computadora personal que utilizaba para realizar tareas administrativas en la dependencia.
La Justicia investiga el delito del que hace dos meses atrás también fue víctima el titular de la Seccional, a quien le sustrajeron una impresora.
La noticia corrió como reguero de pólvora. Las autoridades policiales del Distrito no podían creer que tuvieran que tomar una denuncia de estas características. Dicen que la mujer policía que resultó víctima del robo, Sandra Caliva, mascullaba bronca porque estaba pagando en cuotas junto a su esposo (también efectivo de la Fuerza) la notebook de cerca de 3 mil pesos que en la Comisaría de Barrio Parque Calchaquí le robaron.
Caliva habría intentado evitar tener que denunciar lo sucedido pero como su notebook no aparecía se dirigió a la Jefatura Departamental Quilmes, radicó una denuncia formal y pidió el traslado a otra dependencia policial.
Cuando la denuncia que realizó la teniente Caliva llegó a la Justicia, el fiscal Jorge Saizar citó de inmediato al titular de la Novena, Daniel Torna.
Fuentes confiables dejaron trascender a este medio que el comisario Torna habría terminado reconociendo que al igual que a Caliva, a él mismo hace dos meses atrás le robaron de la seccional una impresora personal que había llevado para acelerar algunos trámites administrativos de la Seccional.
LA BUENA Y LA MALA POLICÍA
Uno podría tomarse con humor lo sucedido y preguntarse: ¿cuál es el colmo de un policía? Y no faltaría quien respondería: “Ser soltero y tener dos esposas”, o “que lo asalte una duda”, o “atrapar a un chorro de agua”… También podría decirse que a un policía le roben dentro de una comisaría y que el malhechor sea otro policía… Sin embargo, lo acontecido es muy delicado y afecta tanto a la Policía -que tolera estas conductas- como a los ciudadanos que nos vemos obligados a tener que aceptar una y otra vez el accionar delictivo (más o menos graves, en cada caso) de los uniformados.
La actitud de una policía que llevó su computadora a la Comisaría para agilizar su trabajo y brindar un mejor servicio a la comunidad, se disipó frente al comportamiento delictual de otro efectivo policial que le robó.
Mientras que la mujer policía tuvo que abandonar sus tareas en la Seccional, las autoridades policiales siguen amparando al ladrón que está muy lejos de prevenir delitos. Por su parte, la Justicia, bajo directivas del fiscal Saizar investiga lo ocurrido.
BUENAS NOCHS ,ESO NO SE HACE, ENTRE COMPAÑERO HAY QUE RESPETARSE,,…DIOS DIJO,Y ESTA ESCRITO EN LA BILIA ,AMENSE UNOS A OTROS.DE QUE SIRVE ROBAR UNA HERRAMIENTA QUE SE HUZA EN EL TRABAJO ,MAS PRACTICO PARA LA COMUNIDAD, ¡que gente !LO SALUDA ATEMTAMENTE………………….