Recorrer el partido de Quilmes tiene un plus extra, se puede apreciar la forma de gobierno discriminadora de los exponentes del PRO maquillado como CAMBIEMOS. El intendente del partido es el cocinero y ex deportista Martiniano Molina, el cual hacía muy bien ambas actividades, pero gobernar es otra cosa y en esto se nota que no tiene experiencia y mucho menos ideas al respecto.
Comenzó con serios problemas en armar un gabinete, renuncias de funcionarios y escándalos con denuncias en otros casos de funcionarios que no eligió, sino que por una «obediencia debida»le impusieron a varios secretarios y directores, así le fue con estos.
Tal vez pocos recuerden el escándalo del empresario César Altea, al frente del servicio de emergencia municipal que pasó a llamarse SAME local denunciado y del que circularon fotos fumando porros. Tuvo otra renuncia en medio de escándalo como la de Ariel López por su participación en el gobierno de facto, de Federico Peá y de Fernando Pérez por solo mencionar unos casos.
Dentro de su campaña política apoyado por los medios con pauta oficial, suele tomarse fotos con patrullas para decir que están mejorando la seguridad, miemtras siguen las denuncias de robos y muertes, es el partido con más policías asesinados y también gusta del marketing de fotografiarse caminando obras públicas asegurando estar «supervisando» el trabajo.
La realidad también es otra, por el barrio que uno escoja recorrer, las calles y avenidas son un desastre, Bernal, Don Bosco, Quilmes Centro, están repletas de baches, las reparaciones suelen durar poco más de dos meses y al mal estado se suma que hay una importante deficiencia en el retiro de basura, lo que hace que los días de lluvia circular sea aún más peligroso por calles inundadas y pozos que no se ven.
La seguridad para los vecinos en las obras es también de una negligencia que solo puede tildarse de criminal, cables con electricidad a la interperie, al alcance de cualquier niño al que le colocan un pequeño cartel que advierte sobre riesgo de electrocución, una vergüenza.
Deberían auditar el gasto millonario de obra pública en Quilmes, porque la única explicación posible es que se utilicen materiales de mala calidad y que las obras no cuenten con un ejecución responsable por parte de las empresas que cobran millonarias licitaciones.
En las fotos del informe se podrá ver que cuando las calles son de difícil acceso esto fomenta el delito, es básico, parece que Martiniano eso no lo sabe, así, autos que son robados terminan incendiados en barrios a los que para ingresar hay que hacerlo en camioneta o vehículo 4×4.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw