
Yaira Tanies Cotto Flores, la maestra de inglés de una escuela en San Lorenzo que fue arrestada por alegadamente transportar a un estudiante de 14 años a un motel para tener sexo, permanecerá ingresada en el Centro de Detención Metropolitano de Guaynabo (MDC, por sus siglas en inglés), hasta la vista de fianza, pautada para el 29 de marzo.
La educadora compareció ayer a la vista inicial ante la magistrada federal Silvia Carreño, quien señaló para el 7 de abril la vista preliminar.
Cotto Flores de 26 años, alegadamente transportó al menor en su vehículo a un motel en hechos ocurridos el pasado 1 de marzo.
La maestra enfrenta un cargo por transportación de menores para sostener relaciones sexuales.
Esta se expone a entre diez años de prisión a cadena perpetua y a permanecer el resto de su vida bajo libertad supervisada una vez extinga su sentencia de cárcel y a una multa de $250 mil.
La imputada fue arrestada ayer por agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Una declaración jurada de un agente del ICE, señala que el 16 de marzo la agencia recibió un referido de la división legal del Departamento de Educación en Humacao, para informar sobre el alegado incidente.
Los agentes entrevistaron al menor, quien les indicó que conoció a Cotto Flores al inicio del presente año escolar y que le hizo varios regalos. Entre estos, un tratamiento para el acné y un reloj Bulova.
Según el niño, la imputada lo llevó un motel para tener sexo.
El menor relató que el 1 de marzo se excusó de su última clase y llegó hasta el estacionamiento del restaurante “Casa de Abuela” en San Lorenzo, en donde Cotto Flores lo esperaba en su vehículo.
Se dirigieron al motel Oriente en donde la imputada pagó $30.00 por el uso de un cuarto.
El joven informó que utilizó un condón que le fue provisto por la maestra, quien lo ayudó a ponérselo.
Estuvieron aproximadamente una hora en el motel y luego Cotto Flores lo llevó a un sitio cerca de donde lo había recogido. El caso está a cargo de la fiscal federal Elba Gorbea.
Fuente: El Vocero