La Federación de Psicólogos de la República Argentina expresó su «más enérgico repudio» frente al uso por parte de comunicadores sociales, de «categorías y/o diagnósticos psicopatológicos y terminología técnica propia del área de salud mental, utilizada para estigmatizar y rotular».
La Federación de Psicólogos de la República Argentina (Fe.P.R.A.) expresa su más enérgico repudio frente al uso por parte de comunicadores sociales, de categorías y/o diagnósticos psicopatológicos y terminología técnica propia del área de salud mental, utilizada para estigmatizar y rotular.
Mediante un comunicado, la federación (Fepra) se refirió al artículo 3° de la Ley Nacional de Salud Mental Nro. 26657, que expresa que, “en ningún caso puede hacerse diagnóstico en el campo de la salud mental sobre la base exclusiva de: status político, socio-económico, pertenencia a un grupo cultural, racial o religioso; demandas familiares, laborales, falta de conformidad o adecuación con valores morales, sociales, culturales, políticos o creencias religiosas prevalecientes en la comunidad donde vive la persona; elección o identidad sexual; o la mera existencia de antecedentes de tratamiento u hospitalización”.
«El Código de Ética de la Federación de Psicólogos de la República Argentina nos obliga a comprometernos a hacer propios los principios establecidos por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, y que asimismo, guardarán el debido respeto a los derechos fundamentales, la dignidad y el valor de todas las personas, y no participarán en prácticas discriminatorias. Respetarán el derecho de los individuos a la privacidad, confidencialidad, autodeterminación y autonomía”, señala el comunicado difundido ayer por la junta ejecutiva de esa federación.
En ese sentido, destacan: «Rechazamos estas opiniones provenientes de profesionales de la salud que se desempeñan en los medios masivos de comunicación, porque entendemos que nadie analiza ni diagnostica a una persona que no trata y porque juicios como éstos, de corte corporativistas, van rotundamente en contra de las leyes con enfoque de derechos actualmente vigentes en el país, y no son ejemplo del respeto al otro».
«No todo es posible en la expresión de opiniones acerca de la salud mental de las personas, y más si las mismas son o están expuestas políticamente ya que en este caso el uso de dichos elementos diagnósticos, son o pueden ser manipulados», concluye el comunicado.