PROmesas en la tercera sección electoral

reunión-PRO-y-Cacho  El PRO, con su slogan CAMBIEMOS, instando a los ciudadanos a votar un cambio, supo recoger el descontento que en los últimos días de Cristina se generó en gran parte de la población con los «personajes» que el kirchnerismo, sacó a la cancha, muchos de los candidatos arrastraban un desgaste de imagen que provocaba en la gente rechazo, operaciones mediáticas por medio, algunos como Aníbal Fernández o Espinoza, más que sumar restaron.

El aparato de prensa de Mauricio Macri fue implacable y la política de acercarse al vecino con las propuestas fue un acierto, por ejemplo, en Avellaneda, la candidata a la intendencia Gladys González se encargó de que todos los simpatizantes del PRO trabajen, pero también de dividirlos, de esta forma a la hora de repartir cargos y luego puestos, siempre habría una excusa a mano.

Para sumar votos apelaron a los «mismos de siempre», así el CAMBIO en Avellaneda, vino solo por el lado de Gladys González, una desconocida para todos «puesta a dedo» por el solo hecho de ser una de las «protegidas de Mauricio» y esa condición la diputada la hizo notar siempre que pudo entre los propios seguidores y colaboradores del PRO.

El mérito de Gladys González fue «coquetear» con todos, negoció con Ferraresi, llevó al impresentable de Sebastián Vinagre, generó una interna con Daniel García y terminó sentándose con Baldomero Álvarez de Olivera «Cacho», para cerrar una nefasta historia política local.

Antes de las elecciones, varios de los que ahora son ultra PRO, ninguneaban a Gladys González y trataban de reflotar los escándalos y denuncias que el ex intendente Cacho Álvarez lleva en su curriculum, traían copias de las denuncias, testimonios y aseguraban que los hechos de corrupción eran poco en comparación con los delitos en los que Cacho y su gente participaban, todo eso parece que ahora se olvidó y pretenden mostrar una imagen de unión en beneficio de los vecinos.

Sin la misma torpeza que en Avellaneda, los partidos lindantes, Lanús y Quilmes, parecen correr la misma suerte, con la diferencia que los municipios PRO, Grindetti por Lanús y Molina por Quilmes, tienen poco para mostrar en cuanto a gestión se refiere, pero mucho por prometer, promesas que han incumplido supuestamente por «la herencia» recibida, ¿es serio que un político se postule a un cargo sin saber la situación real del municipio al que se postula?.

En Lanús, como en Quilmes, los vecinos reclaman que se cumplan las promesas, la inseguridad es algo corriente y en Avellaneda, un 40% de los delitos son cometidos por residentes de los mencionados partidos.

¿Saben los vecinos que votaron al PRO en busca de un cambio que muchos de los reclamos sobre una mejor justicia se la deben a Cacho Álvarez?, el Polo Judicial de Avellaneda, punto de reclamos de los vecinos, fue ideado por el ex intendente que dice ser peronista, pero eso a los ambiciosos del PRO no les interesa, si de enfrentar a Ferraresi se trata, nada mejor que tener un juez de garantías «cachista» de su lado, entre otros funcionarios judiciales.

Resulta casi chistoso leer en las redes sociales a los que critican a unos creyendo que ellos votaron un cambio, nunca tan distintos y tan parecidos los líderes políticos, que brindan a tu suerte.

 

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

 

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