Policía complica a colegas en crimen que hicieron pasar por suicidio

Pablo-Atilio-VenturaLa declaración de un efectivo que estuvo cuando detuvieron a Ventura (oficialmente muerto por suicidio) cambiaría el curso de la causa que empezó en 2008, cuando la víctima apareció sin vida en la seccional de Carlos Spegazzini.

La declaración de un oficial de la Policía bonaerense, que participó del procedimiento en que se detuvo a un joven, que horas más tarde apareció muerto en un calabozo de la comisaría 3era. de Ezeiza, podría derivar en un imprevisto giro en la causa, abonando la hipótesis de los familiares de la víctima sobre una presunta complicidad para encubrir el crimen. Se trata del caso de Pablo Atilio Ventura, de 24 años, quien falleció en junio de 2008, en la seccional policial de la localidad de Carlos Spegazzini, de acuerdo a la versión «oficial» en un episodio de suicidio.

No obstante, tanto su detención, como su posterior imputación y la forma en que se dio su deceso (se habría ahorcado) nunca quedaron debidamente esclarecidos, motivando las permanentes denuncias de su familia.

«Después de más de seis años y pese a todas las trabas que nos pusieron en el camino, hemos logrado que se cite a declarar al oficial Héctor Peñalba, quien según consta en el expediente, fue quien llevó a la comisaría de Carlos Spegazzini a mi hijo por haber protagonizado un incidente en la puerta de la casa de la madre, de quien era su pareja y decir ser la madre de su beba. Este policía dijo en su testimonio que no hubo resistencia a la autoridad, que era el motivo por el que lo tuvieron preso y eso deja al descubierto que después armaron todo», manifestó Roque Ventura, padre del joven.

A partir de la incorporación al expediente del testimonio del oficial Peñalba, el abogado Héctor Jorge Pérez, en representación de la familia Ventura, solicitó que se declare «nula e infundada la detención», a los efectos de respaldar todas las impugnaciones anteriores que se fueron elevando ante la Unidad Funcional de Instrucción Nro. 2 Descentralizada de Ezeiza y el Juzgado de Garantías Nro. 1 de Lomas de Zamora.

Entre ellas, se destacan, las recusaciones a los fiscales María Eugenia Garrido y Ricardo Bruzzone por «reiteradas irregularidades» en la investigación del caso, como así también a los peritos y médicos forenses que intervinieron en las dos autopsias. «Nunca pudieron convencerlos con lo del suicidio y el paso del tiempo nos fue dando la razón, a Pablo lo mataron a golpes en la comisaría de Carlos Spegazzini.

Hubo una complicidad entre esa gente que lo denunció, los policías de allí, los fiscales de Ezeiza, los jueces de Lomas de Zamora y hasta un abogado, que nos engañó de entrada y luego supimos que estuvo metido en cuestiones con bandas mixtas de secuestradores. Puede parecer que estamos solos en esta lucha, pero la complicidad para armar los encubrimientos por muertas extrañas en comisarías no es algo nuevo, ha pasado en otros casos y seguiremos denunciándolo, hasta que se haga justicia», expresó Ventura.

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