No es una novedad que en muchos barrios de la Capital Federal, sus habitantes se encuentran preocupados por la inseguridad, pero cuando se trata de sus hijos o alumnos la alarma es mayor. Por eso la preocupación de padres y docentes de la Escuela Nº 5 Úrsula Llames de Lapuente, es una prioridad en sus días.
El viernes 30 de noviembre y el sábado 1 de diciembre, el Editor General de este medio, concurrió al mencionado establecimiento escolar para colaborar con la VI Muestra de Arte de la Comunidad Escolar, y tomó conocimiento de un hecho que sin llegar a ser un delito tipificado en el Código Penal, no es menos preocupante en los tiempos que se vive. Desde hace un tiempo un par de sujetos, que aparentan ser turistas o fotógrafos, merodean los alrededores de la escuela y ambas entradas, la de la calle Mansilla y la de República Dominicana.
Lo que llamó la atención primero de los padres, fue el hecho de que no fue una vez, que se los vió por la escuela y hasta siguieron a algunos padres mientras caminaban con sus hijos y los fotografiaron sin ningún problema, incluso una madre denunció en la Fiscalía de la zona de la Justicia Porteña el hecho de que uno de estos sujetos fotografió a su hijo acercándole la cámara al rostro y al increparlo este le dijo que toma fotos para un amigo de Alemania.
Las reuniones con las autoridades de la Comisaría 21a. de la Policía Federal Argentina con jurisdicción en la zona, no dieron los resultados esperados, los policías no se mostraron muy cooperativos y recomendaron a los padres, que sean ellos los que traten de «ocuparse» del tema, bien escrachándolos cuando los ven, o bien fotografiándolos. Tareas que si bien son sencillas, podrían exponer a los padres y sus hijos a alguna reacción de estos sujetos.
La madre que realizó la denuncia, contó a El Sindical, que la Fiscalía dispuso que un móvil policial, hiciera en la posible recorridos durante el horarios escolar, o bien se designara personal policial a pie para el mismo fin. La realidad es que ni el viernes, ni el sábado se veía presencia policial cercana, a pesar que la escuela se encontraba abierta.
La madre en cuestión describió a los sujetos, uno tiene pelo entrelargo, lacio por los hombros, de color negro, blanco de piel y con barba sin bigotes, usa una cámara marca Nikon, y habla castellano; el otro tiene el cabello ondulado, castaño oscuro y posee barba con bigote, y aparenta hablar inglés, desconocen si es extranjero o finge serlo.
Hasta tanto no se identifique correctamente a estos sujeros, sin dudas que el miedo seguirá perturbando la tranquilidad de los padres, docentes y alumnos, justo cuando culmina el ciclo escolar.
Los rumores de que chicos han sido amenazados o asaltados a la salida de la escuela por menores que suelen mendigar en la zona y el hecho de que dos chicas intentaron ser subidas a la fuerza a una camioneta en proximidades de la estación de subtes Bulnes a metros del Alto Palermo, no hacen más que sumar quejas al accionar de la policía de la Cria.21a.
