Frecuentan la zona de Palermo y fueron trasladados al hospital Fernández. Este medio ya había mencionado la situación de calle de menores que se drogan, delinquen y se prostituyen.
Pasan siempre con bolsitas con pegamento. Entran, piden comida y si no les das se enojan y manotean algo de la vidriera”, decía en 2007 el dueño de la Panadería Il Panino, en Bulnes y Santa Fe. “Saltaron el mostrador. Estaban tan drogados que confundieron la impresora con la caja registradora. Tenían mucho olor a nafta”, sumaba el dueño de una farmacia. Esos chicos de los que hablaban se movían en los alrededores del Alto Palermo. Ayer, 11 menores de la zona se intoxicaron después de aspirar pegamento y tuvieron que ser internados.
En aquel entonces, los comerciantes de esa zona de Palermo denunciaron que bandas de chicos de entre 8 y 15 años aspiraban pegamento mezclado con nafta y salían a asaltar comercios. Que los amenazaban con cuchillos de cocina y arrebataban carteras, dinero y comida por la zona.
Ayer por la mañana, un equipo móvil del gobierno de la Ciudad –compuesto por trabajadores sociales, psicólogos y operadores sociales– encontró a este grupo de chicos. El SAME y policías de la comisaría 21 los trasladaron al hospital Fernández. Pero cuando llegaron, algunos se negaron a ser atendidos. Los otros, fueron dados de alta a las pocas horas.
Desde el ministerio de Desarrollo Social porteño informaron ayer que en los últimos meses tomaron medidas especificas con los chicos del barrio de Palermo. “Tomamos varias medidas de internación involuntaria que fueron solicitadas a la Justicia por el Consejo de Derechos de Niños, Niñas y Adolescentes”, explicaron.
Sin embargo, ninguno de los menores quedó internado en el Fernández. “Las leyes que protegen a los menores indican que siempre que un niño decida retirarse del lugar donde se encuentra alojado, los equipos profesionales no tienen potestad para impedir su egreso y, en caso de hacerlo, pueden ser acusados de privación legítima de la libertad”.
La inhalación de pegamentos y otro tipo de solventes es una forma de consumo asociada, especialmente, a los varones que viven en la calle, solos, y en una situación de enorme pobreza. Aspirarlo, puede provocar daños neurológicos severos e irreversibles, lesiones graves y permanentes en órganos vitales (como los pulmones) y hasta ocasionar la muerte.
