Movimiento Misioneros de Francisco y un homenaje a la mentira

Con un país donde la ciudadanía cada día se siente más asqueada de los políticos, las mentiras de todos los que componen ese núcleo de poder donde un ratito cada uno se dedica a criticar al otro para que nada cambie, ha llegado también a la Iglesia en un momento donde se cuestiona cada día más la hipocresía entre los discursos y los actos, decía Jesús «Seréis conocidos por sus actos y no por sus palabras» a sus apóstoles, parece que esa frase la olvidaron.

Supuesta iniciativa popular

Y ya que de mentiras e hipocresías hablamos el Movimiento Misioneros de Francisco lanzó una invitación para sumarse a una «iniciativa popular», partiendo del hecho de que si lanzan una campaña en redes sociales y medios locales, es una iniciativa de ellos y no un clamor popular.

Manipular la necesidad es algo reprochable no importa si quienes lo hacen suben videos del Papa Francisco saludándolos, la legitimidad se gana no se impone.

Dice el comunicado:

Desde el Movimiento Misioneros de Francisco queremos invitar a organizaciones sociales, políticas, sindicales, culturales, de derechos humanos y a personalidades destacadas de la vida social de nuestra Patria, a sumarse a la iniciativa impulsada por la Fundación Padre Luis Farinello para que la nueva estación de la línea Roca a inaugurarse prontamente entre Quilmes y Ezpeleta lleve el nombre “Padre Luis Ángel Farinello”.

El compromiso que Farinello plasmó en su obra y militancia a lo largo de toda su vida, merece este reconocimiento en la misma comunidad donde el Padre ofrendó su vida por los trabajadores más humildes y excluidos; desde el genocidio de la dictadura cívico-militar y durante lo más crudo de la noche neoliberal.

Acompañamos esta invitación con la nota enviada por la Fundación solicitando la elección del nombre de la estación al Presidente Alberto Fernández.

Digamos que más allá del personaje que vendía el padre Luis Ángel Farinello, ensayando una voz baja y suave, con gestos de «abuelito» de película infantil, había un hombre distinto, lo recuerdo cursando abogacía en la Facultad de Derecho de la UBA, donde nunca fue en transporte público, sino que llamaba la atención el hecho de que se movía con dos personas, uno conducía y el otro caminaba a su lado a corta distancia, pero siempre cerca del cura, nunca trascendió si tuvo alguna custodia o simplemente eran parte de su entorno, pero lo que menos parecían eran monaguillos.

También recuerdo dos consultas sobre mi trabajo como periodista sobre asesoramiento para consultar a alguna autoridad de la Iglesia respecto a una situación incómoda, Farinello tenía un hijo varón, al que no reconocía frente a la justicia como tal y los docentes y psicopedagoga necesitaban para ayudar al niño con problemas de educación y conducta la participación de su padre, curiosamente el padre de miles de fieles negaba a su hijo que lo necesitaba.

No hay constancias certeras de que Farinello halla ofrendado su vida como lo describen los del movimiento, sí un temor de quienes lo veían moverse con esa gente a todos lados y que nunca nadie supo explicar los motivos de esa especial tutela de un cura supuestamente humilde. Es imposible no trazar un paralelismo con el Padre Carlos Francisco Sergio Mugica Echagüe​, más conocido como el Padre Carlos Mugica, que se movía solo y tenía un discurso coherente con su proceder.

Por el contrario Farinello coqueteaba con la farándula, los políticos, los medios, llegó a bautizar a Constantino el hijo de Wanda Nara y Maxi López en una lujosa ceremonia, que cubrieron los medios frívolos como la revista Gente. Se reunía tanto con Luis D´Elia como con Martiniano Molina, por dar un ejemplo político.

Ya alguna vez me referí a Farinello y su actitud de nunca estar ahí para su hijo, hoy ya un hombre, a muchos les molesto y hasta consideraron que era su intimidad, pero esos mismos olvidan que como cura hizo votos que violó, vivió una mentira que se perpetuo con su silencio y su muerte, hubiera sido más humano y honesto dejar los hábitos, ocuparse de su hijo y participar en su comunidad como uno más, como un tipo con errores y aciertos, su conducta y esta propuesta nos muestran que no solo los políticos mienten y subestiman a la gente, que Dios los perdone porque SÍ SABEN LO QUE HACEN.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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