En plena campaña política, Magdalena Sierra se reunió con las señoras del «exclusivo barrio» Quinta Galli, vecinas de Magdalena que tienen el privilegio de ser siempre atendidas por las autoridades para reclamar por seguridad, obras o lo que les haga su vida más cómoda y segura.
Mientras que cualquier vecino de a pie, debe reclamar meses o años para que el municipio le de una respuesta si es que se la dan, quedando solo el reclamo en redes sociales, sin ser recibidos por ningún funcionario municipal, mucho menos Magdalena Sierra o el intendente, la gente VIP, de Quinta Galli pasaron de cenar y reuniones con María Eugenia Vidal cuando era gobernadora a unos jugos y café con Magdalena Sierra.
Todo muy top, pero a la vez una muestra de que se caen las «caretas», me consta de la opinión que tienen de Ferraresi y Magdalena Sierra las señoras que ahora se reúnen a charlar como buenas vecinas, como me consta de que Magdalena Sierra repudiaba las reuniones políticas de Vidal con las señoras que ahora ella visita.
Falsedades que se presentan entre necesitados, las señoras de Quinta Galli quieren que sigan teniendo los privilegios que ningún grupo de vecinos tiene en Avellaneda, el barrio a pesar de que pueden pagar seguridad privada, tienen dos móviles policiales que se pagan con los impuestos de todos y que solo recorren en barrio dando vueltas, las calles a diferencia de otros barrios están en buen estado y no hay baches, la limpieza es muy distinta, los invito a darse una vuelta y comprobar que en Avellaneda, hay un pequeño barrio muy distinto al resto, que se ha beneficiado con la política. Por el lado de Magdalena Sierra necesita sumar todos los votos que pueda si quiere competir por la intendencia con chances, aún está lejos de ser una persona con capacidad para el cargo.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
