
Luis Otero volcado a la política ha terminado destruyendo una imagen de periodista con éxito, para ser una caricatura grotesca de lo peor que tiene la política, los candidatos que no ganan nada y solo se dedican a oponerse apelando a la mentira y la hipocresía.
En Avellaneda ha hecho todo mal, desde aliarse con impresentables políticos locales que no suman votos, hasta financiar a jóvenes militantes que acosan, insultan y amenazan a vecinos que no piensan como ellos.
Que Otero diga, «por la ineficiencia del gobierno sufrimos todos», es repudiable y solo un negador y manipulador puede lanzar una frase semejante sin sentir vergüenza teniendo en cuenta que pertenece a un espacio político que fue altamente ineficiente y nos dejó una multimillonaria deuda a pagar en 100 años.
Cuando dice tenemos otra oportunidad es un deseo por demás temerario, si hay políticos que no deberían a postularse nunca más son justamente los que lo llevaron a Otero a la política.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw