Los vecinos aseguran que no es el primer caso y apuntan a empleados del municipio.
Los padres y amigos de la víctima, de 16 años, y un grupo vecinos de Lomas de Zamora denunciaron que la menor fue violada por cuatro sujetos en el boliche Tarkus de Ingeniero Budge. La causa quedó en la Unidad Fiscal 6 de Lomas de Zamora, y la instrucción está en manos de la Fiscal María Fiorentino.
«A mi hija la agarraron entre cuatro tipos que trabajan ahí y que según los vecinos son empleados del municipio. Después el dueño del boliche les dijo a los amigos que no contaran nada, que les daba entradas gratis para el boliche. Me la dejaron casi muerta en el hospital (Allende), como en estado de shock. Ni nos reconocía. Después le contó a la madre lo que sucedió», denunció el padre de la menor, que pidió reservar su identidad. «Del hospital nos mandaron a ver al perito a Lanús, que constató que la violaron», abundó.
Según dijo el hombre, los cinco testigos que hay hicieron los identikits de los supuestos responsables «Cuando fui a la comisaría, me dijeron que había cuatro sujetos que se presentaron espontáneamente en para hacer un descargo, y que dijeron que a la chica la conocieron en la calle desde un auto. ¿Pero quién les avisó? ¿Qué descargaron si todavía no estaba hecha la denuncia?», se preguntó el padre. «Quiero que se haga justicia», sentenció.
Referentes de la ONG Provincia Insegura deslizaron que tanto el municipio como la policía «estarían en connivencia con el dueño del boliche, que le dicen ‘Cejudo'».
Este personaje de la noche de Lomas de Zamora se ganó el odio de buena parte de los padres de alumnos secundarios de la zona porque, dicen los vecinos, mandó a amenazar a los jóvenes para que no organicen fiestas para juntar plata para sus viajes de egresados en casas particulares porque les iba a mandar inspectores para clausurarlas. Y efectivamente lo hizo.
«Las fiestas son en mi boliche. Este es mi negocio y no voy a dejar que nadie se meta», le habría dicho a la vecina Susana Ledesma cuando esta le preguntó por qué su hija adolescente no podía hacer una fiesta en su casa.
Ledesma junto a un grupo de vecinos se presentó hace un tiempo para denunciar que los abusos a jóvenes en los boliches de la zona están lejos de ser una novedad.
«Durante una reunión de vecinos en marzo del año pasado, muchas madres se quejaron de que en los bailes que organiza el ‘Cejudo’ les vendían droga a los chicos y emborrachaban a las chicas para abusar de ellas. Nos presentamos ante la dirección de foros para que investigue si el local está habilitado, por qué dejan entrar menores y qué pasaba adentro. Pero el expediente nunca avanzó«, lamentó en una entrevista.
La vecina dijo que «hay varios casos de abuso», pero que «nadie los denuncia por miedo, porque esta gente está en connivencia con los oficiales de la comisaría décima, que se encargan de ‘visitar’ a los posibles denunciantes«. Incluso mencionó que habría por lo menos dos casos de jóvenes que fueron a bailar y terminaron en «un quinta de Montegrande, a donde fueron violadas».
Las denuncias de los vecinos se multiplican, y siempre hay tres o cuatro boliches involucrados, entre ellos, Tarkus y el «Cejudo». Entre las acusaciones figura una supuesta golpiza a un joven que terminó desfigurado por el propio dueño de la discoteca, por un altercado que tuvo con su hijo.
Otra causa similar, en la que estarían involucrados patovicas del boliche, está cerca del juicio oral. «Nosotros fuimos testigos de esa golpiza. Y nos mandaron a decir que no tenemos que ir a declarar. Primero le tirotearon la casa a un testigo. Después le pagaron dos tiros a otro, que se llama Antonio Reyes. Lo dejaron en muletas y perdió los dedos de los pies. Ahora, el 20 de enero le pegaron 8 ‘balazos’ a mi sobrino, que todavía está internado. Es la misma gente: trabajan en el municipio, están todos vinculados a la barra de Boca y son los mismos que atacaron la casa del presidente de Los Andes», contó Ledesma.