
Horacio Rodríguez Larreta, tiene entre sus muletillas políticas, la seguridad y la educación como supuestos logros de gestión y con ellos intenta participar en la carrera presidencial, pero la realidad diaria lo deja en evidencia como un gran mentiroso, nada que lo diferencia de la mayoría de los políticos, pero sí tira por tierra sus intentos de mostrarse como un cambio positivo.
Junto a su ministra de educación Soledad Acuña no pierden momento alguno para el autobombo de que en CABA se prioriza la educación, la calidad educativa y no hay lugar para paros o pérdidas de días escolares, hasta acá una posición dura pero con cierta lógica y aceptación de muchos ciudadanos que entienden que la educación es primordial en el desarrollo de una persona.
Pero…
Hace un tiempo he detectado graves inconsistencias en las políticas que el gobierno que conduce Horacio Rodríguez Larreta en las áreas de educación y cultura.
En la órbita del Ministerio de Educación de Soledad Acuña, existen situaciones de dudosa legalidad en cuanto a la tutela de las leyes laborales, especialmente en lo que respecta a las colonias, donde concurren para trabajar tanto docentes del Gobierno de la Ciudad, como así también tercerizados, varios de los docentes han denunciado que no se les entrega copia del contrato por la tarea temporal, que suelen no informar el salario antes de asumir el compromiso y que se les hacen descuentos que no corresponden y a pesar de los reclamos nunca terminan teniendo una notificación formal de los motivos.
Hay cargos docentes cubiertos por personas que no fueron correctamente evaluadas lo que termina alterando el normal desarrollo de las instituciones donde cumplen funciones y perjudicando a los alumnos desde lo pedagógico.
Por el lado de la cultura, aún persisten seudo docentes que nunca han cursado una carrera formal de formación docente y que apenas tienen como título válido el secundario, a pesar de ello, se autoperciben docentes y se ofende hasta los gritos si se les pregunta por el título que los avala como tal, según estos, no se necesita un título para ejercer la docencia en las artes, porque entienden que son artistas y están más capacitados que muchos docentes con título, curiosa reflexión al igual que una docente artística del IDAC al ser consultada al respecto textual me dijo «que los títulos oficiales y la Ley de Educación me la paso por el culo, yo soy docente hace 25 años» y nunca me pidieron un título. Si bien el IDAC Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda no depende de Larreta, sí varios egresados de allí, han sido contratados como docentes y aunque el título no tiene validez oficial ni legal, han sido contratados e incluso designados como coordinadores, razón por la cual estos «docentes» dicen que su título vale porque a nadie le importa la validez oficial, si querés trabajar te sirve y si querés hacer un master también.
Entonces si para los «docentes del arte» solo basta con la intención de ser docente y además son contratados con títulos sin validez, ¿para qué le piden como requisito de capacitación docente el título o el certificado a otros?, raro, un ejemplo de lo que describo es la convocatoria a un curso de CAPACITACIÓN DOCENTE en el IVA Instituto Vocacional de Arte M.J. de Labarden, donde uno de sus coordinadores Damián Barrera, ingreso como docente con el único aval del título del IDAC.
Este instituto depende del Ministerio de Cultura de CABA a cargo de Enrique Avogadro, un político del PRO puro que integra el círculo de Mauricio Macri.
En definitiva, hay muchas cosas que los ciudadanos ignoran sobre la cultura y la educación, especialmente en CABA, donde han habilitado universidades privadas con títulos validados por el Ministerio de Educación de CABA, en carreras absurdas, a las que denominan «experimentales», entonces, cuando Larreta habla de calidad, prioridad y bla bla bla de la educación ¿de qué habla?
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw