El automovilista se sometió al control vial, en el que se determinó que había consumido drogas, pero para los jueces, “el método utilizado para medir la existencia de estupefacientes no brinda por sí sólo certeza”.
La Sala III de la Cámara Penal, Contravencional y de Faltas de la Ciudad revocó la sentencia que condenaba a un automovilista por manejar bajo el efecto de estupefacientes.
El conductor fue sometido a un control realizado por el Cuerpo de Agentes de Tránsito del Gobierno de la Ciudad, en el que se le realizó un test de pupilómetro, que dio positivo. Luego, se le hicieron dos tests de saliva, en el que el segundo dio positivo.
Pero para los jueces los métodos que se aplicaron no eran efectivos para comprobar que el hombre había consumido sustancias prohibidas, según un fallo.
En el fallo se consideró que la prueba del pupilómetro “es muy sensible, pero poco específica”.
En cuanto al test de saliva, se consideró que “la especificidad del dispositivo de saliva no era del 100% de certeza”, aunque es superior al 90% y se señaló que “en EEUU. se hace además una prueba de metabolitos en orina para confirmar el resultado”.
Por eso, la Cámara resolvió absolver al conductor. “Surge que el método utilizado para medir la existencia de estupefacientes no brinda por sí sólo certeza, extremo requerido por toda sentencia condenatoria”, señalaron.
