La denuncia a Pepe Cibrián es por abuso sexual y no por violación como se dijo en algunos medios

Raphael Dufort ratificó su acusación en contra el productor teatral y convocó a todos los damnificados a testificar.

El empresario y artista uruguayo Raphael Dufort ratificó su denuncia penal contra Pepe Cibrián, radicada en el 2017, por abuso sexual y violación. La declaración se llevó a cabo mediante una videollamada en la que convocó a todos los damnificados a testificar.

Durante una entrevista con Nosotros a la mañana (eltrece), el denunciante aseguró que “está esperando las acciones legales que quiera hacer Pepe Cibrián” y anunció que “va a tener que pasar por varias declaraciones de testigos”.

Además, Dufort describió la experiencia por la que decidió llevar a la Justicia al productor teatral: “Después del abuso, que fue una situación muy dolorosa, me quedó todo mi material de trabajo en su casa: mis lápices, mi campera… Salí subiéndome la ropa con sangre, con golpes. Fue muy fuerte el nivel de violencia que sufrí con esos dos taxi boy”.

En cuanto a cómo avanza la causa, explicó que debió someterse a una pericia psicológica que se extendió por más de 3 horas. “Hay psicólogos y personas que se encargar de analizar hasta los gestos”, precisó.

Al ser consultado por los testigos que declararán, detalló: “Se acercó gente que trabaja como escort y que tiene situaciones graves con él, porque les debe dinero. Es un disparate lo que nos cuentan personas que quieren declarar. La Justicia se encargará de esto”.

Después de negar que Cibrián hubiera intentado ponerse en contacto con él para arreglar la situación, Dufort disparó: “Él piensa que es Calígula, que está más allá del bien y del mal. Hay más de 32 personas que tienen historias de mucha impunidad, crueldad, maldad y perversión… hay hasta menores con los que el tipo tuvo situaciones de abuso. Yo ya tenía una trayectoria, no agarró a un chico del Interior que venía buscando una oportunidad”.

“La gente tiene miedo. Cuando hay tan poco trabajo en el mundo del espectáculo, sobre todo en el ambiente musical, estos personajes quedan completamente impunes. Es vox populi que hace este tipo de cosas. Que no lo digan y que no se hablen, no significa que no existan”, sentenció.

Para concluir, le pidió a las posibles víctimas que se comuniquen con él o con Raquel Hermida: “Quiero que sepan que pueden contar con nuestro apoyo y que no tienen que hacer un intercambio sexual para cumplir sus sueños”.

Raphael Dufort es un productor teatral uruguayo que conoció a Pepe Cibrián en el famoso hotel Conrad. En aquel entonces, él trabajaba como vestuarista y a Cibrián le interesó su trabajo, tal es así que lo invitó a su departamento de Buenos Aires para que trabajara haciendo los trajes de la obra Las mil y una noches.

Sin embargo, según relató Dufort en diálogo con este medio, aquella oportunidad laboral terminó en una pesadilla: “Me violó. Es lo peor, de cuarta, que lo metan en cana”.

El episodio ocurrió -siempre según el relato de Dufort- en el departamento de Cibrián en avenida del Libertador: “Cuando llegué me extrañaba la cara de la empleada, me miraba como diciendo ‘otro más’. Empecé a dibujar y al rato llegaron dos tipos, dos chongos tipo taxi boys, y pasaron por un pasillo. A la media hora me llamó Pepe a su habitación. Fui y vi que la puerta estaba entreabierta. La persiana estaba baja y la televisión prendida”.

“El tipo estaba desnudo en la cama y me dice ‘vení Raphael’. Me quedé helado, no por ver a un hombre desnudo, sino por su actitud corporal, estaba alzado. La situación me daba a película porno gay. Entonces me di cuenta de que los dos taxi boy estaban atrás mío. Me agarraron, me tiraron arriba del tipo (por Pepe), me bajaron el calzoncillo y me empezaron a manosear, a tocarme el pene. Me decían cosas obscenas y se lo tomaban como una risa”, continuó.

Me enojé y tiré un codazo fuertísimo. Pepe cuando vio que me puse loco dijo ‘déjenlo al puto ese, ya va a volver’. Como pude, agarré algunas cosas y me fui corriendo, llorando. Él estaba en juego, porque era algo que hacía siempre. Pero fue una violación, me arrancaron la ropa y me manosearon sin mi consentimiento”, recordó.

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