Irregularidades, demoras y encubrimiento en el asesinato de Lucas González

El nuevo caso de «gatillo fácil» ocurrido en el barrio de Barracas, por parte de tres Policías de la Ciudad tiene serias irregularidades que por ser tan burdas son sospechosas y arrojan sospechas sobre el accionar de la justicia en un crimen que se podía haber evitado.

El principal sospechoso del crimen e ideólogo de la farsa policial que montaron para cubrir una clara ejecución es Gabriel Isassi Oficial Mayor de la Policía de la Ciudad y quien por los audios que se conocieron deja en claro varias cuestiones relevantes, en el audio donde comunica el hecho al Comando Radioeléctrico se lo escucha hablar con cierta dificultad y sin mostrar un estado de excitación o emotivo por haber participado de un enfrentamiento armado, incluso denota desprecio por la vida ajena al describir el supuesto tiroteo que ya se sabe nunca ocurrió. En otro audio con un amigo «Marquito» cuenta una versión distinta y se incrimina al reconocer que no hubo tiroteo, sí maniobras de evasión de los jóvenes y que les mando «pipa» en un lenguaje más tumbero que policial.

En la nota adjunto el audio para que se pueda escuchar el lenguaje de quien se supone es un policía educado y capacitado, además de que en los medios ya se habla de una demora en la detención y estudios a los policías que evitaría saber si al momento del hecho estaban bajo los efectos de alguna sustancia o el alcohol.

Es básico que ante un accidente se realicen estudios de toxicología y sangre a los involucrados, mucho más cuando se trata de un crimen, lo que evidencia una inexplicable inacción judicial.

Se supo que Gabriel Isassi en el año 2016 fue denunciado por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner de ser uno de los policías que violando la Ley de Inteligencia formó parte de una comitiva enviada por el fallecido Juez Claudio Bonadío a Río Gallegos a realizar tareas de inteligencia, la medida se efectivizó a través de una resolución firmada por el ex ministro de Seguridad Martín Ocampo que no fue publicada en el Boletín Oficial. Se trata de la resolución 373/MJYSGC/16, que lleva su firma.

En ese documento Ocampo autorizó a seis policías a viajar a suelo santacruceño entre los días 13 y 22 de junio, “a fin de cumplir tareas de inteligencia ordenadas por el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nº 11, Secretaría Nº 21”.

La Cámara Federal ya había marcado a Bonadío en otro expediente que no corresponde usar a la Policía Metropolitana fuera del ámbito de la Ciudad. Ocampo confirmó el requerimiento presentado por Bonadío y la posterior puesta a disposición de la media docena de efectivos.

Hoy se supo que los tres policías Gabriel Isassi, el oficial mayor Fabián López y el oficial José Nievas, todos agentes de Comuna N°4 son representados por un mismo abogado a pesar de que podrían surgir cuestiones de conflicto de intereses al tener que determinar la responsabilidad penal de cada uno. El abogado es Alfredo Oliván, habitual defensor de policías imputados, que junto a su socio Martín Calvet Salas encabezará su representación en el expediente, ambos abogados han representado a policías, espías y funcionarios vinculados al macrismo en causas por espionaje, algo que en principio hace ruido por las condiciones personales de los tres sospechosos.

Gabriel Alejandro Isassi, DNI 28.672.085, tiene como negocio paralelo al de ser policía la difusión de artes marciales mixtas, posee un gimnasio denominado Academia Predator Team Isassi y en la remera que utiliza para sus clases y presentaciones se lee «Team DEMENTES ISASSI PRO» team, y además de preparar a peleadores de MMA, también promociona peleas donde se realizan apuestas, algo que desde lo ético no corresponde a un policía honesto.

En un país serio llama la atención que todos los «defensores» de las instituciones y la República no hagan mención de las demoras de la justicia en detener a los policías, de someterlos a estudios y de preservar la escena como corresponde, pasaron demasiadas horas hasta que llegó la PFA a realizar las pericias, mientras se podía ver por los medios a policías de la Ciudad invadiendo la zona, tampoco resulta coherente que sea la PFA la que haga las pericias cuando el 80% de los policías de la Ciudad provienen de la PFA y existen lazos que impiden objetividad ante un crimen.

Hoy las máximas autoridades del Gobierno de la Ciudad se despegan de los policías y Gabriel Isassi es un grano en el culo, este personaje es el típico «todo terreno» que se puede usar cuando es necesario, poco inteligente no se cuestionará si lo que le ordenan es legal, a cambio estos personajes obtienen impunidad en la fuerza y de paso se dedican a lo suyo.

Hay mucho por investigar y la Policía de la Ciudad debería dar muchas explicaciones sobre sus policías, sus adicciones y sus «trabajos extras».

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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