Gustavo Vera, el conflictivo fundador de La Alameda, una ONG que comenzó con un fin noble, pero escándalos y denuncias mediantes, perdió credibilidad entre quienes trabajan las temáticas de Trata de Personas y Trabajo Esclavo.
Por las redes sociales, cientos de referentes criticaron la designación de Vera como Director del Comite Ejecutivo para la lucha contra la Trata y Explotación de Personas y para la Protección y Asistencia a las Victimas dependiente de Jefatura de Gabinete.
Gustavo Vera pasó de ser un docente de escuela primaria a una especie de militante popular, pero su verdadero objetivo siempre fue la política, sus intervenciones «populares» apuntaron a acciones mediáticas, pero con poca efectividad real, de hecho la Trata de Personas y el Trabajo Esclavo continuaron creciendo y Vera se preocupaba más en acomodarse políticamente, en ese camino estuvo cerca de casi todos los partidos políticos y sus referentes.
Se hizo más conocido por su relación con el Cardenal Bergoglio que por haber sido eficiente en sus reclamos y como personalidad militante creció entre medio de denuncias y escándalos incluso de miembros de su organización.
Una de las denuncias más fuertes contra Gustavo Vera fueron las de Natacha Jaitt, en entrevistas donde se acusaba a Vera de utilizar su supuesta lucha contra la Trata con otros fines, algo similar a lo que ocurrió con la supuesta lucha contra el trabajo esclavo, donde algunas costureras de talleres clandestinos cerrados denunciaron que se les ofrecía trabajo realizando prendas en La Alameda con pagos miserables y bolsones de comida que entregaba el Gobierno de la Ciudad.
En la necesidad de obtener dinero para su actividad política Vera se acercó a un sector de la CGT y más a la familia Moyano, incluso con la intención de formar un medio supuestamente de información gremial.
Los tesoros más importantes de Gustavo Vera son los «informes» de personalidades relevantes, jefes de fuerzas de seguridad, políticos, funcionarios judiciales, empresarios, siendo sus fuentes en muchos casos fidedignas, lo que lo hace una persona con mucho poder, Vera suele jactarse entre los suyos «si yo caigo y hablo explota todo».
Para ser objetivo, en igualdad de condiciones se encuentran varios referentes de la lucha contra la Trata de Personas rodeados de escándalos y con protección política, durante el gobierno de Macri un personaje conocido recibió de parte del legislador Eduardo Amadeo recursos para contratar un estudio especializado que acallara a denunciantes en redes sociales e intimara a medios que se hicieran eco de los denuncias.
La obligación moral de los periodistas es informar con hechos chequeados, no temer a personajes que tienen un interés personal o económico disfrazado de bien común, a las pruebas me remito, los resultados de estos en la lucha contra los delitos periféricos de la Trata de Personas han aumentado en lugar de disminuir, poco han aportado a la justicia para que existan fallos ejemplares, ningún partido político, ni siquiera la izquierda ha demostrado un interés genuino en combatir las mafias que a diario, secuestran, violan, prostituyen y matan personas.
Parecería un gran error del Gobierno Nacional este nombramiento, si tenemos en cuenta que el aberrante delito de Trata de Personas es un delito que crece y en el cual para su combate se requiere de funcionarios comprometidos y no con ambiciones personales que un día los lleva a un lugar y mañana a otro.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw