Fiel al estilo que los caracteriza, de hacerse los desentendidos, el intendente de Lanús Néstor Grindetti y Julio Garro de La Plata, siguen con su campaña por los municipios que conduce la oposición buscando sumar voces en su reclamo de que cada municipio tenga su propia policía.
La idea no es mala en lo teórico, pero en la practica y en manos de estos personajes que ya cuentan con antecedentes de no respetar la Ley, implicaría que cualquiera puede ser víctima de los aprietes de gobiernos poco afectos al respeto y la transparencia.
Por un lado Néstor Grindetti con varios años en la política ha ido teniendo una degradación ética y moral, a las sospechas de corrupción en su paso por el ministerio de hacienda de CABA con Mauricio Macri como Jefe de Gobierno, donde existieron nombramientos irregulares y contratos incompatibles con sociedades vinculadas a su esposa, se suma su condición de prófugo internacional de la justicia con placa roja de Interpol, lo que no impidió que se postulara para intendente y asumiera en condición de prófugo, gracias al gobierno de su cómplice y amigo Mauricio Macri.
El otro Julio Garro, arrastra sospechas de todos los colores como intendente de La Plata y quedó expuesto como un pésimo intendente cuando el marido de Carolina Píparo, ebrio atropelló a unos jóvenes y desde el municipio se realizaron distintas maniobras para ensuciar la investigación y a las víctimas. Pero lo que define a Garro como un tipo peligroso es su participación en la «gestapo» de Vidal, donde quedó en claro que él y varios del macrismo con un poco de poder son capaces de cualquier cosa.
Garro y Grindetti proponen una transferencia del sector de la fuerza denominada Policía Local creada en 2014 a los municipios. “Con esta medida, los intendentes tendrán a su cargo la administración de recursos y el despliegue del personal policial en el territorio, en coordinación con los municipios linderos y las políticas de seguridad que se definan desde la provincia”, se aclaró.
