Gregorio Dalbón, ¿santo o demonio?

Quienes me siguen en redes sociales, saben perfectamente que mientras para muchos el ofrecimiento de Gregorio Dalbón de representar a los padres de Lucas González parecía una excelente noticia, dejaba mi opinión personal sobre las formas en que suele actuar Dalbón que es un abogado conocido por ser mediático, pero bastante mediocre en lo estrictamente jurídico.

Siempre ha trascendido en los medios por noticias que él mismo se encarga de generar, siempre al filo del ridículo y de los incorrecto, copiando las tendencias de los reality del momento, por eso Dalbón no tiene problemas ni prejuicios en tirarse al suelo, gritar o insultar a fiscales o jueces, lo suyo es llamar la atención y enviar el mensaje de que si hay que escrachar no va a dudar de colgarse del primer micrófono que encuentre.

Si bien no es el único de los abogados mediáticos dispuestos a todo por ser noticia, sí es quizás el que más se expone y el que menos logros judiciales tiene, por el contrario por sus dichos sobre el Fiscal Domínguez y al Juez Casanello.

La Sala I de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal confirmó la sanción que en octubre de 2013 le había impuesto a Dalbón el Tribunal de Disciplina del Colegio Público Abogados de la Capital Federal (CPACF) por un hecho ocurrido en 2009.

El Colegio le había fijado la multa en 20 mil pesos, pero ahora el tribunal integrado por los jueces Clara María do Pico Rodolfo Eduardo Facio y Carlos Manuel Grecco bajó la sanción a 18.000 pesos.

En septiembre de 2009, la jueza de la Sala J de la Cámara Civil Beatriz Verón denunció ante el CPACF que Dalbón se presentó en el tribunal en su despacho para quejarse por el fallo en una causa por daños y perjuicios. El letrado también llevaba una cartera para regalarle a la jueza Zulema Wilde.

«El tono de voz del Dr. Dalbón se fue elevando a punto tal que se vio obligada a solicitarle que se retirara del tribunal, a lo que él contestó que no se iba a ir y dijo que ‘la sala es una empresa jurídica que trabaja para las grandes compañías de seguros'», relata el fallo.

Las juezas también resaltaron que el abogado se refirió a ellas en términos agraviantes en distintas entrevistas.

Retomando a la relevante, en la investigación del asesinato de Lucas González por parte de una brigada de la Policía de la Ciudad, la conducta y el discurso de Dalbón tiene oscilaciones curiosas.

Por un lado se lo vio enérgico y desafiante, criticando las demoras judiciales, prometiendo un jury al Juez de Menores Alejandro Cilleruelo quien curiosamente demoró más de lo correcto en intervenir al tener un muerto en la causa en la que se lo involucro por parte de la Policía de la Ciudad y que de mínima evidencia una falta de control de los superiores de los policías involucrados Fabián Andrés López, Juan José Nieva y Gabriel Alejandro Isassi, para determinar si correspondía a la justicia de menores o a la de instrucción, es decir existió negligencia o encubrimiento, como sea, al haber un muerto es grave y merece sanciones.

También criticó Dalbón las demoras de la justicia de instrucción para ordenar la detención de los policías, el Juzgado Criminal y Correccional 7, a cargo del juez Martín Carlos Del Viso derivó la instrucción en la fiscalía, la número 32, a cargo de Leonel Gómez Barbella y por las características se sumó la PROCUVIN, a cargo de Héctor Andrés Heim, critica que se replicó en todos los medios y que finalmente se concreto.

A pesar de la detención de los involucrados, pocos observaron que existe un «operativo» de algunos sectores mediáticos para mejorar la imagen de estos policías asesinos, se hablo de que se entregaron cuando en realidad esperaron a que se firmara sus detenciones y ahí avisados por su abogado se presentaron en la comisaría donde prestaban servicios, de esta forma evitaron ser documentados por los medios esposados y que se los allane y detenga.

Las demoras en la detención les permitieron a estos asesinos eliminar evidencias ya que si hubieran sido detenidos y allanados como cualquier persona sospechada de un hecho tan grave, se hubieran recolectado elementos para la causa que en lo que se refiere al asesinato está terminada, no hay dudas de quienes son los involucrados y en breve podría ir a juicio oral.

Dalbón no aclara si sus criticas al kirchnerismo por no acompañarlo luego de reunirse con Marcelo D´Alessandro tienen algún fundamento o es solo una cuestión ideológica, de ser así, debería dar los nombres de quienes representan a los Derechos Humanos y lo dejan solo, cuando en realidad se espera acompañen a la familia en el pedido de justicia, no es un tema político.

Sí me hace ruido y mucho las declaraciones de Dalbón luego de reunirse con Marcelo D´Alessandro, no por el tono cordial que se agradece y hasta es extraño en Dalbón, sino por las referencias y loas al trabajo interno del Ministerio de Seguridad y Justicia, destacando el trabajo de la auditoría externa que según Dalbón es mejor que Asuntos Internos de las fuerzas de seguridad. Esa afirmación además de falsa es ridícula, o Dalbón no entiende nada o por motivos que desconozco habla bien de un organismo que funciona de regular a mal.

Más dudosa se pone la posición de Dalbón cuando ataca con fuerza a los legisladores oficialistas Leandro Santoro y Victoria Montenegro por oportunistas al denunciar en la justicia federal de Comodoro Py, la posible existencia de connivencia policial y política en el trabajo de recaudación de las brigadas.

En este punto debo decir que resulta muy difícil determinar si son todos oportunistas, ingenuos o necesitan prensa, se supone que los legisladores están informados de la realidad de cada distrito al que representan, por ende Leandro Santoro a quien no conozco, debería de mínima tener una idea de cómo funciona la policía, digo, generalizar con dichos como «todos sabemos» resulta poco serio en un legislador que se supone denuncia buscando la verdad, digo esto porque quien ignore que las policías son «cajas de financiamiento político» es un hipócrita. Por el lado de la legisladora Victoria Montenegro, puedo afirmar que me genera dudas sus sanas intenciones ya que cuando denuncié penalmente a Diego Santilli por la violenta represión a los artesanos de San Telmo donde también se hizo famoso un oficial de la Ciudad sacado golpeando ciudadanos, nunca tuve siquiera un recibido y obviamente nunca se hizo nada, por eso de que hoy denuncian preocupados por estos actos, con lo cual, Dalbón me hace ruido, pero la denuncia por sí sola también.

Porque resulta muy naif hacer una denuncia de este tipo alegremente en Comodoro Py donde justamente se «cocinan» los grandes negociados que vinculan a políticos, funcionarios judiciales, policías y delincuentes, esto no es una opinión personal, todos en Comodoro Py están «manchados» por alguna sospecha o denuncia.

Entonces lo de Dalbón al no aclararlo él, queda como dudoso, es su estrategia que no se dilate la causa y solo limitar la investigación al hecho puntual, con lo cual en breve debería pedir la elevasión a juicio oral para una pronta condena de los tres involucrados y que la justicia extraiga testimonios y siga una investigación paralela con la presentación de Santoro, lo que no debería molestarle a Dalbón, al contrario.

Lo único que hoy puedo afirmar y sostener ante quien sea es que lo ocurrido es solo un caso de todos los que a diario ocurren y que no se conocen porque no hay muertos, porque no se hizo mediático y porque TODOS juegan a no investigar, fue el Diario Clarín hace muchos años el que mostró los negocios de la PFA en el armado de causas a inocentes, por esos años conocí a Virginia Messi que escribía la sección de policiales y luego curiosamente el diario se corrió de esas publicaciones, el entonces Fiscal Pablo Lanusse, con una causa única con más de 5 mil cuerpos, que llegó a conocer en detalle el modus operandi y recaudatorio de las fuerzas de seguridad, terminó en la política con los kirchner y luego como abogado de Mauricio Macri en la causa por espionaje, alguien inteligente duda de que Lanusse juega con información de privilegio?. La Policía de la Ciudad no solo heredó a los policías y sus jefes, heredaron lo que los políticos de la Ciudad querían, «las quintas», Macri y Larreta no pelean por la seguridad de los vecinos, siempre las policías funcionaron con mucho menos de los recursos que supuestamente recibían del Estado, porque fue, es y será así.

Es lamentable que se siga mintiendo a los ciudadanos y que sigamos viendo las mismas caras de abogados mediáticos que no buscan justicia, mueren por ser tapa de Caras, pero para eso hay que tener un gran patrimonio, no sé lo dejo a tu criterio.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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