Gladys González recargada

Sin muchos argumentos sólidos y mucho menos propuestas para encausar al país en la economía desastrosa que dejó la gestión de Mauricio Macri, donde unos muy pocos se hicieron millonarios y la mayoría de los argentinos se perjudicaron, Juntos por el Cambio apuesta a una oposición en campaña permanente.

Desde todos los frentes posibles, la nueva oposición se siente muy fuerte, las elecciones lejos de ser una derrota concluyente los dejo mejor parados de lo que ellos mismos especulaban, vale recordar las palabras de Nicolás Dujovne respecto a que a otros gobiernos por mucho menos los hubieran sacado y corrido, este señor además de ser uno de los responsables de la enorme deuda, nunca repatrio su patrimonio por desconfianza en la economía que él conducía, también es otro de los beneficiados con la función pública, su patrimonio creció hasta su renuncia en un 284%, obvio le ganó a la inflación.

Así con la impunidad y la falta de respeto, poco a poco van asomándose los impresentables referentes del PRO, muchos de ellos con varios cargos, varios sueldos y también varias causas penales como es el caso de la resurgida Gladys González que sale a probar si pican los ingenuos de siempre, así que comienza por un tema que poco interés despierta en los ciudadanos más preocupados en llegar a fin de mes que en invertir en molinos eólicos, no porque no sea importante, sino por una cuestión de prioridades, tampoco menciona Gladys González que las empresas vinculadas a esa energía renovables son en parte del Grupo Macri y de socios del grupo.

En la foto se la puede ver a la multidenunciada funcionaria caminar con los calzados sin siquiera polvo, con un look de revista de modas, en medio de un paisaje árido y reseco, digamos una puesta en escena bien PRO, donde todo es guionado y ficción, uno esperaba otra cosa de estos personajes, hay que reconocerle a Gladys González el hecho de que nunca se mostró apenada o con sororidad con las víctimas de su marido Manuel Mosca denunciado por acoso sexual.

Gran parte de su campaña de aceptación de imagen de González tuvo que ver en cuestiones de género, por abril del 2019 ya había brindado un emotivo testimonio en el recinto: «Ni locas, ni histéricas, ni exageradas. El acoso callejero existe y en el Senado lo reconocimos como violencia de género».

Nada el regreso de un referente político de lo que no debe volver a engañarnos, palabras solo quedan para los ciudadanos y «las vaquitas son ajenas».

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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