Es común en la vida del adolescente que se planteen situaciones de conflicto o de enfrentamiento con sus padres, problemas en el colegio, peleas con sus grupos de relación (compañeros, amigos, novios) que parecen, a veces, no tener solución y que la única alternativa es huir, desembocando frecuentemente en una fuga de hogar. Esta puede ser una experiencia terrible para vos y para tus padres.
Si éste es tu caso, si estás pensando en fugarte:
*Primero buscá gente que te pueda ayudar. Hablá sobre tus problemas con tus padres, y si con ellos es el conflicto, buscá a profesores, a psicólogos, a un consejero espiritual o a cualquier persona adulta de tu confianza. No dudés en buscar ayuda. Recordá que existe una solución para cada problema y es necesario que continúes preguntando hasta que tengas la respuesta que necesitás para resolver tu situación.
*En un caso extremo, si necesitás dejar tu casa, buscá un lugar seguro dentro de tu barrio (familiares, amigos de la familia, grupos de ayuda, etc.), NUNCA LA CALLE. Es sabido que en la calle sos una víctima potencial de la delincuencia, de la droga, de la explotación sexual y puede correr grave riesgo tu vida.
*Si te fugaste y luego volviste a tu hogar, antes que nada tratá de resolver los problemas que te impulsaron a irte. Si no sos capaz de manejar en forma efectiva tus problemas familiares y personales, buscá un consejo en la escuela, en la iglesia, en la familia o un profesional de un Servicio para Adolescentes.
Fuente: Jefatura Distrital Avellaneda