Es una triste realidad la que vivimos los vecinos de Avellaneda, los políticos, sin distinción de partido, parecen competir por el premio al mayor mentiroso, se sabe y hasta uno tiene una cierta tolerancia al respecto, que en campaña los políticos mienten y prometen lo que nunca cumplirán, pero que se animen a publicar ellos las fotos y decirte que hubo una nutrida concurrencia hace ruido.
Salvo que lo de nutrida concurrencia sea referencial a la alimentación, si es por cantidad de concurrentes, estamos frente a una estúpida mentira que solo puede generar rechazo en los vecinos que se sienten burlados por estas publicaciones.
A pesar de la pauta, de los medios alcahuetes que no interpelan a los políticos y solo se limitan a ser un medio para que el político de turno exponga, son incapaces de generar una idea tentadora para el que debe elegir a quien votar.
El partido de Avellaneda está regalado para que surjan nuevos políticos, incluso para pelear la intendencia, porque el oficialismo tiene poco para ofrecer, salvo el clientelismo que atrasa y pocos quieren, porque te agarran lo que les regalas y después te votan en contra.
Según el optimista Fernando Landaburu, la charla debate a la que invitaron a la senadora provincial y vicepresidenta de la UCR bonaerense Érica Revilla, hubo una nutrida concurrencia y la moderación fue por parte de la Pte. de la UCR Sarandí Ana Valcarce de quien en algún momento voy a ocuparme en detalle porque es un personaje bastante colorido de la política en Avellaneda.
La realidad es que para que exista un debate, la charla debe ser abierta, poco pueden debatir 10 o 15 personas de un mismo espacio político y más reducidos al ser de un sector de ese espacio local, porque hace tiempo la UCR Avellaneda se encuentra fragmentada.
Dicho esto, resulta incoherente organizar una charla debate, que es obvio no lo fue en parte por la escasa concurrencia y representatividad de los vecinos en ese lugar.
Vuelvo a reclamarle a Landaburu que trabaje, no es lo mismo hacer las cosas mal que bien, no solo es un mentiroso y queda como un meme, sino que es una falta de respeto a esos incautos que lo votaron.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw