Por estos días muy pocos medios, mencionaron que el actual ministro de desregulación del Estado, el Dr. Federico Adolfo Sturzenegger, era denunciado como instigador de una violación grupal en las instalaciones del Banco Ciudad, cuando este ejercía el cargo de presidente de la institución.
El Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nro. 15, a cargo de Karina Zucconi, notificó a Lomonaco que debía retirar en un plazo de cinco días las pruebas aportadas en la causa «Mastracchio, Gustavo Daniel y otros s/ Abuso sexual». De lo contrario, serían destruidas. Sin embargo, la denunciante recibió la notificación fuera del plazo estipulado, lo que impidió que pudiera reclamar la documentación en tiempo y forma.
La exsecretaria privada de Sturzenegger lo denunció por abuso sexual, acoso laboral y psicológico. Según su relato, los hechos ocurrieron hace cuatro años cuando trabajaba en el Banco Ciudad. Camila Denise Lomonaco aseguró que Sturzenegger envió a tres gerentes de su confianza para abusarla sexualmente mientras él observaba a través de cámaras de seguridad. Estos fueron identificados como Saffirio Claudio, Gustavo Mastracchio y Carlos Ivaldi. También denunció haber sido despedida en 2018 mediante un sumario falso y estar en una lista negra que le impidió conseguir empleo.
Las amenazas continuaron tras su desvinculación del Banco Ciudad. Según la denunciante, Sturzenegger le advertía que repetiría la escena de abuso si llegaba a denunciarlo. A pesar de estos antecedentes, la causa no avanzó en la Justicia. La fiscal María Paula Asaro no le otorgó una audiencia y, según Lomonaco, intentó disuadirla asegurando que el avance de la causa le traería «problemas».
La psiquiatra Susana Boz certificó que Lomonaco sufre un cuadro depresivo con ataques de pánico. Además, detalló que la denunciante padece trastornos de alimentación y fobia social, lo que limita su vida cotidiana. Según la profesional, su situación se agravó luego de un episodio de abuso sexual en 2008, que Lomonaco vincula con su tiempo en el Banco Ciudad: “Sufrí una mutilación vaginal”, aseguró a la víctima al medio Real Politik.
Mientras el gobierno de Javier Milei guarda silencio sobre la denuncia contra Sturzenegger, la propia Lomonaco afirma que Milei la bloqueó en redes sociales tras intentar contactarlo. “Ahora ni siquiera me dan derecho a réplica”, expresó. Además, criticó al oficialismo por su doble discurso contra la «casta». “Ustedes se jactan de que otros son la casta, pero en realidad la verdadera casta son ustedes”, aseguró.
El intento de destrucción de pruebas en la causa contra Sturzenegger refuerza la percepción de encubrimiento y falta de justicia en el caso. No solo se le negó el acceso a la copia digital del expediente, sino que la notificación le fue enviada fuera de plazo, impidiéndole accionar.
Lomonaco insiste en que su denuncia no será callada. “Me sacaron todo, hasta el miedo. Entonces, me van a tener que matar para hacerme callar”, sentenció. La impunidad política y judicial en este caso pone en evidencia una estructura que protege a los poderosos y desampara a las víctimas.
Mientras Sturzenegger continúa en su cargo sin pronunciarse sobre las graves acusaciones en su contra, la Justicia argentina parece insólitamente determinada a borrar cualquier rastro de evidencia.
Sturzenegger y su paso por la presidencia del Banco Ciudad
Durante su presidencia en el Banco Ciudad como hombre fuerte de Mauricio Macri, puedo afirmar que se cometieron todo tipo de irregularidades e incluso delitos, por parte de él, del vicepresidente Ernesto Curutchet y algunos empleados jerárquicos del banco, existieron cientos de denuncias, el hoy ministro se manejaba con total impunidad y gracias a la intervención de Mauricio Macri y su llegada a varios jueces, las denuncias terminaban archivadas porque siempre faltaba algo para que las causas avancen.
En esos años, el directorio del banco tomó medidas muy cuestionadas una de ellas fue la implementación de cámaras de seguridad y micrófonos para observar a los empleados y escuchar lo que hablaban en los pasillos del banco, incluso accedían a los mail de los trabajadores buscando encontrar motivos para un despido con causa, denuncias de abuso sexual hubo pocas en comparación con las que comentaban los hechos pero consideraban que la denuncia les traería más problemas que justicia.
Creíble o no la denuncia debió ser investigada como corresponde ante situaciones de semejante gravedad, ya que la violación en realidad era con intenciones coactivas.