Hace años que sostengo discusiones con colegas y ciudadanos, al hablar del periodismo en la Argentina, que sin ser muy distinto a lo que ocurren en el mundo, en donde los empresarios han encontrado un excelente negocio en los medios de comunicación, en la Argentina, la manipulación de la información y las luchas de poder son impúdicas.
La profesión de periodista, cuando se transformó en una codiciada carrera universitaria, fue perdiendo el real concepto de lo que es hacer periodismo, incluso muchos dicen haberse recibido de periodistas, cuando en realidad el título de la carrera es el de licenciado en comunicación o técnico universitario, el periodismo no se ejercía por solo trabajar en un medio, sino por investigar, buscar la verdad y si se incomodaba al poder, era el gran logro de quien se sentía realmente periodista.
Los tiempos cambiaron y cambiaron las prioridades, la necesidad de vivir bien, hizo que muchos dejen de ser periodistas para ser solo presentadores de noticias, las cuales a su vez son procesadas por los productores que seguirán la línea editorial del medio, siendo esas noticias, sesgadas.
Basta con ver los medios actuales, arrastrándose hacia el poder, con reconocidos «periodistas» que se pasaron hasta de alcahuetes y son serviles hasta de manera empalagosa.
En la cara de Nelson Castro lo corrigió cuando este comparaba al gobierno actual con el de Cristina que agredía a periodistas, al recordarle que tanto Clarín como La Nación +, hacían de oposición y control de gobierno, sacando en tapa los errores o criticas al gobierno, cosa que ahora no ocurre, hoy mandan los «dueños» de la Argentina.
Le pidió a Nelson Castro que reconozca que Magnetto no dice nada en Clarín por las barbaridades reiteradas que dice Javier Milei, que si hubieran sido dichas por un peronista serían tapa durante días, lo mismo el grupo La Nación, pero es entendible, todos están haciendo negocios multimillonarios con medidas del gobierno nacional y es lo único que les importa.
Me sorprendió el valor de Nancy Pazos y la claridad con la que hablo, los invitó a escuchar en el video, la entrevista.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw