El Gobierno Nacional volvió a fracasar con el programa Precios Transparentes

   En un nuevo retroceso forzado por las evidencias, el gobierno hizo cambios en el programa Precios Transparentes, a sólo dos meses de su lanzamiento. Ahora, los comercios podrán volver a ofertar cuotas “sin interés”, y no estarán obligados a detallar el Costo Financiero Total ni la Tasa Nominal Anual de las ventas financiadas.

La medida consta en la Resolución 240/2017 de la Secretaría de Comercio, publicada ayer en el Boletín Oficial. No obstante, sigue vigente la obligación de exhibir el precio de contado junto con el número y el monto de cada una de las cuotas.

Se trata de una nueva rectificación oficial, en este caso aconsejada por el resultado negativo del programa que se proponía dar más credibilidad a las operaciones, pero que en realidad provocó un impacto desfavorable a nivel de los consumidores.

La “transparencia” así promovida hizo que bajaran las ventas ante el incremento de los intereses aplicados. En la nueva normativa, no obstante, se establece que seguirá siendo obligatorio publicar el costo financiero, la cantidad de cuotas y el importe de cada una para las ventas por Internet y en los avisos publicitarios.

Según el subsecretario de Comercio Interior, Javier Tizado, la nueva resolución “simplifica” la información que debe exhibirse en los comercios. Tizado afirmó que los cambios realizados al programa Precios Transparentes significan más opciones para que los consumidores puedan decidir mejor sus compras, y simplifican la operatoria a los comerciantes.

Condiciones

La resolución de la Secretaría de Comercio autoriza a quienes venden en cuotas a ofertar cuotas “sin interés”, siempre que el costo de la financiación no se traslade al precio final y el valor de las cuotas sumadas no supere el precio que el consumidor pagaría si optara por la modalidad al contado, ya sea en efectivo o con tarjeta de crédito o débito en un pago, u otro medio.

La expectativa oficial que inspiró el lanzamiento del programa “Precios Transparentes” era que los precios al contado bajaran entre un 10 y un 20 por ciento. Sin embargo, el impacto de la medida en los comercios estuvo lejos de confirmarlo.

Las rebajas fueron muy pocas e irrelevantes, en tanto que los precios de las ventas en cuotas subieron de tal manera que los consumidores optaron por no comprar. “Los precios bajaron menos de lo que esperábamos”, debió reconocer el ministro de Producción, Francisco Cabrera.

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