El gobierno nacional denunció que Moreno recibió «amenazas de muerte»

El ministro de Justicia, Julio Alak, presentó una demanda penal en donde objetó un afiche que circula en las redes sociales con la imagen del funcionario dentro de un féretro. La presentación surgió luego de la protesta que se realizó ayer en la casa del Secretario. 

Julio Alak denunció hoy penalmente a los «caceroleros» que anoche protestaron frente al edificio en el que vive el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, en el barrio porteño de Constitución.

Según un comunicado oficial, «los hechos denunciados configuran los delitos de amenazas, incitación a la violencia e intimidación contra un funcionario público agravada, tipificados en los artículos 149 bis, 212, 237 y 238 del Código Penal».

«Moreno es sometido desde hace varios días, a través de diferentes redes sociales, a amenazas de muerte. Las intimidaciones son, además, fomentadas mediante una innumerable cantidad de mensajes que alientan a concretar el hecho», señaló el propio Alak luego de presentar la denuncia.

El ministro concurrió a la sede de los tribunales federales de Comodoro Py 2002 acompañado por el secretario de Justicia, Julián Álvarez.

La denuncia recayó en el juzgado federal de Norberto Oyarbide, quien de inmediato se apartó de la denuncia, que ahora irá de nuevo a la Cámara Federal para que sea sorteada.

Este miércoles Oyarbide había adoptado una decisión similar cuando había sido sorteado para entender en el expediente por supuestas amenazas de Moreno contra una despachante de aduana.

Anoche, un escaso grupo de personas realizó una protesta en Salta al 900, en el barrio porteño de San Telmo, frente a la vivienda del secretario de Comercio Interior.

Entre las personas que se encontraban en la zona se pudo ver a varios efectivos de civil que realizaban anotaciones sobre todo lo que sucedía. A pocos metros, otro grupo que respalda las políticas del Gobierno se mostraba desafiante ante los «caceroleros».

La protesta generó la reacción de Moreno, quien en un acto en Vicente López, exclamó: «Que se metan la cacerola en el orto».

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