Por junio del 2020, una mala forma de informar del gobierno nacional encabezado por Alberto Fernández, respecto a la intención de intervenir el Grupo económico Vicentin, generó una fuerte ofensiva de parte de la oposición que tuvo una fuerte campaña mediática para estimular ese slogan de protesta cool tan del macrismo que esta vez fue TODOS SOMOS VICENTIN, así muchos de los desinformados y que han hecho de la ignorancia un culto en el que la “palabra santa” es la de los profetas de Cambiemos, no dudaron en sumarse a una concurrida marcha de protesta.
La tibia posición de Alberto Fernández en cuanto a defender la postura anunciada, fue el motivo de un triunfo político de la oposición que se agrandaba en un hecho inédito, donde un gobierno que perdió las elecciones, empobreció al país, dejó una deuda impagable con una condena de 100 años a pagar por millones de dólares que no quedaron en el país, sino que se fugaron en manos de los privados y sus empresas a paraísos fiscales vinculados al ex presidente Mauricio Macri, ese triunfo es subrealista y una mala señal para quienes ven a los argentinos como una nación con un pueblo en su mayoría ignorante y manipulable.
¿En qué universo un pueblo culto e inteligente se identificaría con delincuentes?, y es que los argentinos nucleados en el macrismo ya han marchado muchas veces por causas que de nobles no tienen nada, es correcto pedir justicia por ejemplo por Alberto Nisman, si tienen ellos sospechas sobre su muerte, pero de ahí a decir TODOS SOMOS NISMAN y pedir justicia surge un grave conflicto de coherencia, Nisman como fiscal fue un inoperante y un corrupto, como persona un acosador de mujeres, ¿de verdad quieren ser Nisman?, algo similar ocurrió con Vicentin, que no se trataba de una empresa familiar humilde de una provincia que por ser exitosa el gobierno quería expropiar, sino todo lo contrario, era un poderoso grupo económico con muchas actividades de dudosa legalidad, no dicho por el gobierno, no dicho por mí, sino por la justicia de España.
Lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas, fraude económico, evasión, incumplimientos reiterados de la prohibición de circular y el distanciamiento social, son algunos de los delitos imputados, quiebra fraudulenta, más vínculos con el narcotráfico, eso era Vicentin.
Cuesta creer que un presidente adicto al espionaje como Mauricio Macri y del palo empresarial desconociera las actividades de los accionnistas de Vicentin, así, con el apoyo de la oposición y el TODOS SOMOS VICENTIN, pasó lo que era lógico, dejaron de cumplir las obligaciones, dejaron de pagar a los proveedores y dejaron de pagarle a los trabajadores.
Ya por ese momento no se leía a ninguno de esos tantos Vicentin ofreciendo pagar las deudas a los trabajadores para que por lo menos coman sus familias y en el colmo de la hipocresía la única culpa de esos cientos de desempleados es del gobierno nacional.
Es la misma oposición manipuladora y cómplice la que fogonea la idea de que el gobierno entregó la provincia de Santa Fe y que los narcos de Rosario existen porque no hay un policía en cada esquina.
Lamento decirles que en eso también les han mentido y ustedes por cómodos e ignorantes han comprado una historia de ficción, los narcos existen y crecen en donde pueden incrementar sus ganancias, los narcos son los que pueden lavar millones, con ese dinero compran poder e impunidad, no es un narco el tranza de barrio que es una molestia pero es un granito de arena en un oásis criminal donde su presencia ni suma ni resta.
Los puertos son lugares muy codiciados por los que lucran con lo ilegal, imaginen si esto pasa en todo el mundo, lo que pasa en la Argentina, la explicación es sencilla, tienen pocos controles si se compara con un aeropuerto, están menos expuestos y si se trata de puertos privados o de carga mucho mejor.
Muchos tal vez recuerden la supuesta “guerra” a la corrupción sindical del macrismo que impulsó la prisión del Caballo Suárez, secretario general del SOMU, con una intervención oscura y corrupta que dejó al sindicato en la quiebra, con varias denuncias en contra de la senadora del PRO Gladys González entre otros, pero que miraron para otro lado y nunca hablaron del lavado de dinero o de los ingresos de sustancias de las que uno quiera imaginar.
Una investigación dejó en evidencia que desde el año 1999 en que el puerto lo administraron Vicentin y Buyati no presentaron los balances anuales de los movientos portuarios, situación que continuó hasta el 2004, obviamente con complicidad de las autoridades locales y de la provincia.
Un informe del Banco Central publicó un informe donde, al aludir a la fuga de capitales -que alcanzó a los 86.000 millones de dólares en los últimos años- alude a la falta de fiscalización de los 14 puertos concesionados que componen la hidrovía Paraná. Rápidamente, la Cámara Portuaria salió al cruce de ese informe, señalando que los puertos privados eran “un modelo de control del estado”.
Millones de toneladas de granos exportados reciben un liviano control de las autoridades. La provincia simula que fiscaliza y la prefectura simula que cuida.
Después de la crisis con las retenciones, los grandes grupos encontraron una forma de evadir parcialmente las mismas elevando las toneladas exportadas no registradas. Es muy común también que muchas de las ventas a los productores de soja se hagan en negro.
CUEVAS BLANCAS
El 17 de octubre se conoce el resultado de 23 allanamientos de las fuerzas federales en Rosario, donde se investiga una poderosa banda narco que con sus líderes en prisión continuaban lavando dinero con empresarios y empresas, con parte de las inversiones obtenían ganancias que las usaban para comprar y vender droga.
El operativo se denominó “Cuevas Blancas” porque parte de las ganancias se usaban para la compra de dólares en las ilegales casas de cambio de divisas.
La investigación ordenada por el juez federal de Rosario Marcelo Bailaque junto a la Policía Federal y fuerzas provinciales sobre un bunker de drogas que operaba desde el corazón de Villa Banana, una de las barriadas más pobres de Rosario, derivó en 23 allanamientos y la detención de un conocido empresario de las finanzas y desarrollos inmobiliarios, Gustavo Shanahan quien estuvo al frente del Puerto de Rosario y comprometido en la justicia española.
A través del operativo Cuevas blancas, el sugestivo nombre que le dieron al trabajo de inteligencia que comenzó en mayo pasado, volvió a dejar al descubierto los lazos que unen el negocio del narcomenudeo, que se extiende por las zonas marginales con cuevas financieras en la city rosarina como ocurrió con el crimen del barra de Newell’s Coto Medrano meses atrás.
Como resultado del operativo se secuestró más de 34 millones de pesos y 30.500 dólares, armas largas y una cantidad sorprendente de municiones, además de cocaína pura, químicos para cortar y elementos de fraccionamiento y empaquetado.
Pero lo que más conmoción generó fue la detención de Gustavo Shanahan, un empresario muy conocido de Rosario que se dedicó al desarrollo inmobiliario, gerenció varias sociedades comerciales y fue el administrador de Terminal Puerto Rosario desde el 2010 cuando desembarca Vicentín para hacerse cargo del puerto multicargas de la ciudad.
En 2014, el nombre de Shanahan adquirió relevancia mundial cuando en España explotó el escándalo de corrupción y cuentas en paraísos fiscales del empresario y ex presidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol Ferrusola.
Según reconoció el mismo Pujol, poseía fondos millonarios no declarados en distintos destinos internacionales, uno de ellos fue en el puerto de Rosario donde inyectó 12 millones de dólares en negro y se hizo de la mayoría del paquete accionario cuando Shanahan estaba al frente de la empresa. A partir de allí, el empresario local era señalado en España como uno de los testaferros de Jordi Pujol.
A su vez, Shanahan enfrentó varias causas en los tribunales de Rosario como la demanda que le hizo el agente de bolsa y actual presidente de la entidad, Daniel Nassini, por adeudarle 25 mil dólares que derivó en la quiebra del empresario o los reclamos millonarios que debió cubrir cuando desarrolló Los Pasos del Jockey, un country de lujo en terrenos adyacentes al Jockey Club de Rosario del cual fue autoridad.
Ahora, su encarcelamiento por presunto lavado de activos de dineros del narcotráfico terminó de complicar la situación del empresario pero por sobre todo, de consolidar un línea inédita en la lucha contra el crimen organizado: la de escalar en las estructuras delictivas siguiendo la ruta del dinero hasta dar con financistas, cúpulas policiales o funcionarios judiciales y políticos.
Y sí, parece que a la poca memoria, los fanáticos de marchar queriendo ser otro, o proyectando en ese otro lo que les gustaría haber disfrutado sin importar su origen, comparten también algo en común, el poco valor y la poca coherencia.
La medida de su cobardía es la misma medida de su falta de vergüenza.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw