La Policía de Seguridad Aeroportuaria examinó la posible presencia de explosivos en el domicilio del sospechoso, en Palermo, y también en su vehículo. American Airlines perdió u$s3 millones por los llamados.
Por disposición del juzgado federal de Lomas de Zamora a cargo de Alberto Ferreyra Pella, efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) llegaron hasta un edificio de la calle Gutiérrez al 3800, en Palermo, para arrestar al presunto responsable de hacer falsas amenazas de bomba en vuelos de American Airlines a los Estados Unidos.
Según trascendió, el hombre el 4 de enero notificó la presencia de explosivos en aviones de American Airlines, lo que provocó demoras y representó pérdidas de 3 millones de dólares a la empresa.
El sospechoso, de entre 65 y 70 años, fue retirado con el rostro cubierto poco después de las 16:30 en un vehículo de esa fuerza, mientras los vecinos todavía se mostraban sorprendidos por el despliegue de seguridad en la zona, con policías que portaban armas blancas, acompañado de miembros del grupo especial explosivos y la división Perros. También estaba presente el secretario de Seguridad, Teniente Coronel Sergio Berni.
Además del departamento en donde fue hallado, las autoridades también realizaron una pericia sobre un automóvil ubicado a menos de dos cuadras del lugar con el objetivo de determinar la posible presencia de elementos explosivos. El vocero de la PSA, Fernando Morader, precisó que allí se encontraron anotaciones, pero rehusó dar a conocer su contenido.
En cuanto al detenido, Morader dijo que «no ofreció resistencia» al arresto y no hizo declaraciones. Añadió que la fuerza trabaja en conjunto con la aerolínea y Aeropuertos Argentina 2000 para esclarecer el caso.
Una de las versiones señalaba que se trata de un remisero, que habría hecho las llamadas tanto desde su celular como desde un teléfono fijo para intentar demorar la partida de un vuelo. El motivo: se habría quedado dormido y quería llegar a tiempo al aeropuerto para dejar a un pasajero. Los vecinos, sin embargo, desconfiaban de esa información y afirmaban en declaraciones a la prensa que tenía una excelente relación con otros habitantes del edificio.
