Hace unos 150 años, Europa cayó rendida ante una bebida hecha a base de “ajenjo”. Exponentes de la alta sociedad, artistas y políticos consumían el elixir con devoción, que popularmente se conocía como Hada verde, hasta que su adicción empezó a revelar las verdaderas consecuencias: excitación, delirios, convulsiones y hasta crímenes cometidos bajo su efecto. Así, su nombre fue reemplazado por el más oscuro Demonio Verde y finalmente fue prohibido. Pero ahora retorna con su peligrosa potencia, y en nuestro país ya es parte de las previas de los adolescentes, que obtienen su receta en internet, preparan la mezcla en sus casas y, en algunos casos, hasta la mezclan con marihuana u otras sustancias.

“Es un viaje sano”, aseguró Ezequiel, con sede de las previas en una vivienda de Quilmes, aunque reconoce que “no hay irse de mambo, porque pega mucho y después la bardeás”. El lenguaje juvenil es cerrado, tiene sus códigos propios, sin embargo permite advertir que “un vaso de más” puede terminar por arruinar la noche.

Desde 1910, año de su prohibición, hasta estos días donde la población mundial se mantiene intercomunicada mediante internet, no se había escuchado demasiado del ajenjo, pero lo cierto es que actualmente aparece en decenas de páginas web, con receta incluida y “secretos” para que su ingesta sea más suave o menos riesgosa. “En las previas es un clásico armar tragos propios. El ajenjo la viene rompiendo, además la planta se consigue por tres pesos en cualquier lado”, explicó Lucas, otro joven que probó Demonio Verde y asegura que “solito no es para tanto, aunque una vez le metimos cannabis (marihuana) y veía que todo se deformaba”.
“Comienza agudizando la sensibilidad, que no sólo se exalta, sino que muchas veces, como la sensación del tacto, llegan a hacerse dolorosas. A esta exaltación dolorosa sucede una insensibilidad general, con fenómenos de tipo epiléptico y graves alteraciones de las facultades mentales”. Así se explica en una página de internet las consecuencias descriptas por médicos en torno al uso y abuso de la bebida.

En los años en que su ingesta hacía furor (y estragos) en buena parte del continente europeo, muchos artistas alertaron que esta bebida producía alucinaciones. Por ejemplo, el exquisito escritor Oscar Wilde narró que tras consumirla vio crecer tulipanes de sus rodillas y otra leyenda sostiene que, intoxicado, el pintor Van Gogh se cortó su oreja.

Lo cierto es que al crecer el consumo, la producción empezó a echar mano a colorantes químicos y alcohol de baja calidad, situaciones que contribuyeron a alimentar la leyenda negra.

Poder de fuego

En rigor, el ajenjo es una planta aromática, la artemisia absinthium, que primero sorprendió por ciertas facultades medicinales y terminó convirtiéndose en la bebida alcohólica más elegida y popular. Un dato de su poder lo aporta Ezequiel, quien ya elaboró junto a sus amigos varias rondas de Demonio verde: “tiene una graduación alcohólica tremenda, bien preparado llega al 89%”.

Una de las recetas que giran por internet recomienda utilizar un litro de alcohol etílico, aunque se sostiene que puede utilizarse aguardiente, orujo, vodka, o ron, aclarando que “cuanto menos sabor tenga, mejor”. El trago también lleva 3/4 litro de agua mineral o destilada; 25 gramos de ajenjo, explicando que “a mayor cantidad más peligroso será el licor”; 1/2 kilogramo de azúcar blanco; y 25 gramos de una mezcla de hinojo, anís y menta.

Sólo para divertirse

“Después del primer vaso, uno ve las cosas como le gustaría que fuesen. Después del segundo, se ven cosas que no existen. Finalmente, uno acaba viendo las cosas tal como son, y eso es lo más horrible que puede ocurrir”, escribió con ironía Wilde sobre la bebida hace más de un siglo, pero lo que terminó por decretar su prohibición fue el caso de un campesino suizo que bebió dos jarras en una taberna, y al llegar a su casa mató a su esposa embarazada y a sus hijos pequeños, para luego intentar suicidarse, sin éxito.
Un libro llamado “Ajenjo, mito e historia”, de Phill Baker, investigó años atrás las características oscuras de la bebida, y descubrió que en muchos países la prohibición aún se mantiene y, en otros, fue levantada hace poco tiempo. El autor dice que su fama se constituyó por la altísima graduación alcohólica del trago, aunque se explica que la planta original viene con una sustancia alucinógena llamada tujona.

“Ahora tenés la posibilidad de probar cosas que antes, pos su costo, eran imposibles. La receta del Demonio Verde y su punto justo de preparación está en cualquier página de internet. Leímos mucho del tema y somos cuidadosos con la adicción. Es sólo para divertirnos antes de salir”, explicó Ezequiel.

Por Maximiliano F. Montenegro

Share on Facebook

Tweet