Daniel Ferro sindicalismo a la gorra

El descrédito general que sienten los trabajadores y la sociedad por los sindicatos manejados por supuestos sindicalistas tiene mucho que ver con las «cabezas» que se apoderan de la conducción sin entender o sentir lo que padece un trabajador día a día.

Desde el STMA, hace ya muchos años que es conducido por personajes que poco tienen de trabajadores y mucho menos les interesa experimentar esas necesidades, con un poco de manipulación mediática se couchean como si se tratara de verdaderos defensores de los derechos de los trabajadores, pero peor aún, son tan hipócritas que aprendieron a decir «compañero» vanalizando la definición de clase que tiene la palabra.

Viven más preocupados en la cuenta bancaria personal que en la del sindicato, viven más preocupados en la ropa que usan cuando no están jugando al sindicalista que en la indumentaria que le entregan a los «compañeros», viven más preocupados en cambiar el auto o sumar una 4×4 que en saber si los «compañeros» tienen cómo viajar al trabajo y en qué condiciones, viven pensando en las vacaciones con lujos para relajarse, pero no les importa si los «compañeros» pueden ir el fin de semana a Punta Lara. De lo único que se quejan es de sus esposas exigentes porque todos ellos son muy obedientes y sus descargos son alguna «amiga» con privilegios que incluso usan las clínicas o sanatorios pagados obviamente por el sindicato, al que no aportan una cuota y a las que no se les requiere autorización alguna.

Cuando Daniel Ferro habla de que el «emperador Ferraresi» dejó en Avellaneda un paquete cerrado que lo maneja su esposa Magdalena Sierra y en un cargo honorífico a Alejo Chornobroff, lo único concreto es que Magdalena Sierra es la que habla sí, tal vez instalando su figura como conductora para una eventual candidatura a la intendencia, pero en lo legal, la firma y por ende las responsabilidades son de Chornobroff, con lo cual las declaraciones de Daniel Ferro son más mediáticas que coherentes. Desliza que conoce a Chornobroff desde chico y que es un buen pibe, jugando a generar una brecha que no va a ocurrir y de paso abriendo una puerta de posible diálogo con el que firma y ver si aunque sea algo cae de su lado.

El Cholo García ha tenido la habilidad de que con una pobre formación, entender el juego de lo lucrativo que es jugar al sindical y así armar un entramado sindical donde conduce sindicatos, federaciones y asociaciones, aún en la miseria de los trabajadores ellos los sindicalistas reciben su cuota sindical, si los sueldos mejoran mejor para ellos, sube esa cuota sindical, así es fácil entender que la lucha de estos impresentables es una puesta en escena porque ellos en el peor de los panoramas viven igual. Durante la pandemia el STMA o FESIMUBO, redujeron su cuota sindical?.

Cuando lo consultaron por la denuncia de abuso, Ferro hizo lo que mejor sabe hacer, ensayo el conocido caramelo y garrote, dijo que Chornobroff es un buen muchacho, pero que no niega la denuncia, que sabe que existe y que hay que investigar. Todos los que de una u otra forma estamos al tanto de lo que ocurre en Avellaneda hemos visto porque alguien se encargo de enviar el documento, que la justicia investigó, valoró y archivo la denuncia contra Alejo Chornobroff, de esto hace casi 2 años, tiempo más que suficiente para que todos los actores políticos supieran la verdad, por eso quienes agitan el caso solo están haciendo política barata con una dosis importante de oportunismo y rosca.

Lo más gracioso de Daniel Ferro en sus declaraciones, es que define las acciones de FESIMUBO como una rebelión sin violencia, que alguien le regale una enciclopedia universal para que deje de decir pavadas mediáticas, históricamente existió un solo revolucionario sin violencia Ghandi y Ferro está a años luz de su formación académica y de su honorabilidad, con estas cosas se acerca más Ferro a un humorista como Gioia.

Las cosas por su nombre, el STMA y la FESIMUBO, poco tienen para criticar, mucho por devolverle a los trabajadores y una deuda importante de sinceridad.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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