El sistema público de salud de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires lamenta la desaparición de María Rosa Fullone y Carlos Sereday. Reclamo sectorial.
Los médicos de los hospitales porteños sufrieron dos nuevas víctimas del coronavirus durante la semana que finaliza.
La joven doctora Maria Rosa Fullone de la guardia del Hospital Fernández y el doctor Carlos Sereday, jefe de cirugía plástica del Hospital de Quemados, engrosan la lista negra.
Resta que se proceda a la vacunación de aproximadamente la tercera parte de los trabajadores de la salud que se desempeñan en los nosocomios que dependen del gobierno de la ciudad de Buenos Aires.
Según el Monitor Público de Vacunación el Ministerio de Salud de la Nación distribuyó 221.225 vacunas contra el coronavirus a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Se aplicaron 116.019 de la primera dosis y 30.667 de la segunda.
En porcentaje, eso significa que la Ciudad no aplicó el 27% de las vacunas recibidas, algo que se repite en otros distritos.
La Capital Federal está detrás de la provincia de Buenos Aires entre los distritos con más dosis recibidas y más dosis aplicadas, dicen las estadísticas.
Además de los médicos fallecidos esta semana, hace poco menos de veinte días murió un integrante del personal del Hospital Argerich, todos por coronavirus.
Ninguno estaba vacunado y los médicos plantean dos críticas hacia las autoridades porteñas y nacionales: el criterio en la distribución y la cantidad de dosis que la Ciudad tiene y no aplicó.
«Hay que vacunar al personal de salud. Si a nosotros no nos cuidan, que somos los que tenemos que cuidar a todos los ciudadanos, hay algo que no cierra”, alertó Alberto Crescenti, titular del SAME.
Jorge Gilardi es presidente de la Asociación de Médicos Municipales y en diálogo con Data Clave detalló que «aún resta vacunar entre un 20% y un 30% de todo el personal médico de la Ciudad, entre sistema público y privado».
Los médicos fallecidos eran afiliados a la Asociación que preside Gilardi.
“Si vos le vas a dar vacuna a la Ciudad sin considerar que tienen un índice de quipo de salud muy elevado, y de gente envejecida muy elevada, vamos a tener un tema de faltantes, y es lo que está ocurriendo”, detalló Gilardi, advirtiendo que si no avanza la campaña se corre el riesgo de llegar a la segunda con parte del equipo sin inmunizar.
Gilardi critica los criterios de distribución pero también de prioridad: “¿Cómo puede ser que haya gente vacunada en sitios médicos y la salud pública de la ciudad no?”.
“La línea de vacunación en general tiene que respetar lo que marcó el ministerio de Salud de la Nación: los primeros somos los médicos, lo que estamos atendiendo a los pacientes”, insiste el presidente de la Asociación de Médicos Municipales.
Según los datos difundidos por el Gobierno de la Ciudad, la administración porteña dispone de 155.900 para vacunar al personal de Salud, público y privado.
El reconocido médico Alberto Cormillot alertó del fallecimiento de la colega en una red social.