Volvió a aparecer Rubén el Cholo García titular de la FESIMUBO y titiritero de Hernán Doval, para reclamar aumentos de sueldos a los empleados municipales y el pase a planta permanente de los que llevan un año trabajando en los municipios.
Hasta aquí su reclamo parece correcto para un sindicalista que defiende a los trabajadores, pero la realidad es que a García y sus laderos poco y nada les interesan los trabajadores municipales, sí sus nombramientos y aumentos salariales que en definitiva también aumentan los descuentos del sindicato, ergo él y los otros vagos se benefician económicamente sin trabajar.
Hace años que García, Doval y Ferro disfrutan de los aportes y digo bien DISFRUTAN porque sin otro trabajo conocido han podido hacerse de un patrimonio que ningún trabajador llegará a tener en su vida de municipal.
Hacer pedidos irresponsables con el dinero de los contribuyentes es la mejor forma de entender de que viven estos personajes que son lo más parecida a una garrapata del Estado, promueven la incorporación de nuevos empleados sin que se valoren conocimientos, méritos y utilidad, se sabe que los municipios con cada renovación post elecciones reciben nuevos empleados y funcionarios premiados por su militancia.
Esto no representa un beneficio a los vecinos, al contrario, se suman sueldos y se incrementan a futuro jubilaciones injustas para con el resto de los ciudadanos, voy a citar un ejemplo sencillo, un docente estudia 3 años en un centro o instituto de formación docente, se capacita, hace cursos o estudia en la universidad una licenciatura en educación, para acceder a un cargo debe concursar y ser evaluado, en Avellaneda, les dan rango y sueldos similares a los docentes a personas que son puestas a dedo en la Subsecretaría de Enseñanza Artística, a cargo de Gonzalo Antonio Vásquez Flores, donde ingresan solo con título secundario y algunos ni eso, ejercen como docentes sin ninguna formación pedagógica y se jubilan con un sueldo similar a un docente que pasó por años de evaluación y capacitación, digo, de esto el sindicato no va a decir nada porque se lleva su porcentaje, pero para los vecinos, esto es un fraude y desprestigia la educación local.
Como verán hay muchas «quintitas» que los vecinos desconocen y de las que nadie dice nada, esto viene ocurriendo desde el año 1994 por una Ordenanza del impresentable transformado en héroe por un relato de ficción que se construyo alrededor del radical Luis Sagol.
Así que parte de las deudas que arrastran los municipios, de los gastos inflados y los pagos a ñoquis y vagos que nunca trabajaron en el municipio, se las debemos a los García, el padre y ahora al hijo con su séquito de vividores del Estado.
Hoy por necesidad mutua, el STMA con chirolita Doval a la cabeza se muestran cercanos a Jorge Ferraresi luego de que se denunciaran e incluso desde el STMA financiaran campañas del PRO entre otros sectores políticos solo para joder al oficialismo, total si perdían, como perdieron el dinero no es de ellos sino del sindicato, es decir, de los trabajadores del municipio.
Estos son los impresentables que dicen defenderte y a los que solo les interesa el descuento en tu recibo de sueldo, sabelo y reclamales todo lo que te corresponde.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
