En una medida insólita y que deja una mala impresión del debut de Javier Milei como presidente, se denunció que los periodistas acreditados no pudieron acceder a la jura de ministros y el despacho presidencial, donde se prefirió realizar un falso vivo y que las fotos y videos, luego de ser editados se distribuirían a los medios para su publicación.
Al parecer la tan trillada «libertad» que pregonan no es tal y son ellos los que deciden que es un acto de libertad y que es un acto de gobierno de quienes se auto perciben «gente de bien».
«Esto es completamente irregular, están pasando los invitados. El liberalismo es supuestamente la defensa de la libertad. No hay libertad de prensa«, subrayó el periodista Nicolás Wiñazki y añadió: «Es el primer acto público del nuevo Gobierno que no se transmite públicamente, es completamente contradictorio, paradójico e histórico.
