Aysa y C.P.C S.A., corrupción, daños y perjuicios

Vale recordar una de las definiciones sobre corrupción. Corrupción es un término que generalmente indica el mal uso por parte de un funcionario de su autoridad y los derechos que se le confían, así como la autoridad relacionada con este estado oficial, oportunidades, conexiones para beneficio personal, contrario a la ley y los principios morales.

Hace ya varios meses, la empresa AYSA contrato a la empresa C.P.C S.A, CUIT: 30-59865201-1, que pertenece al denominado Grupo Índalo, cuyas «cabeazas» accionistas son Cristóbal López y Fabián de Sousa, que ha tenido varias denuncias por la forma en que se le adjudicaron algunas obras públicas, especialmente las de obras viales que derivaron en denuncias cruzadas entre el entonces interventor de Vialidad Nacional Javier Alfredo Iguacel y el presidente de C.P.C S.A, Mariano Armando Maidana CUIT: 20-27593305-9, el resto de responsables de C.P.C S.A son Martín Alejandro Lange CUIT: 20-11299310-0, como vicepresidente y los directores Héctor Daniel González C.U.I.T. Nº 20-17110885-4 y Osvaldo Solsona CUIT: 20-31892092-4, para las obras en el partido de Avellaneda de extensión de la red cloacal.

Ahora bien, las obras curiosamente se demoran por meses cuando la realidad es que este tipo de obras no deberían exceder los 15 días, las obras se realizan entre las 08:00 y las 17:00 de lunes a viernes, es decir, lo que la empresa dice es una obra pública, curiosamente tiene un horario acotado y solo se trabaja de lunes a viernes, quedando así las zonas de trabajo completamente sucias con los perjuicios ya mencionados a los vecinos y sus bienes.

A pesar de que en redes sociales se encuentran cientos de reclamos de vecinos de Avellaneda, denunciando demoras en reparar calles y veredas, donde los vecinos pasaron de vivir en un barrio limpio y prolijo a vivir meses en la suciedad absoluta, con veredas rotas, inaccesibles para personas con movilidad reducida o carritos de bebés, pero a nadie del gobierno les importa.

Peor aún, según las supervisoras de la empresa C,P,C en Avellaneda no se preocupan en limpiar porque el municipio no se les requiere, a diferencia de CABA, donde estas empresas rompen, trabajan pero limpian y reparan en el tiempo que corresponde.

Quejarse en las redes solo sirve para visibilizar el tema, pero no cambia nada, por eso los invito a realizar las quejas frente a Aysa para que no puedan decir que desconocían los reclamos y asuman tanto Aysa como sus empresas contratadas las responsabilidades por los daños y perjuicios a los vecinos que los hay, en una recorrida por el barrio de Gerli, varios de los consultados presentan distintas alergias producto del constante polvo en suspensión que respiran afectando la respiración, la vista, la piel, que también afecta a las mascotas, los vehículos y productos del interior de los viviendas.

Siguen sin responder tanto Aysa como C.P.C sobre las conexiones clandestinas a la red eléctrica, el uso de camiones sin VTV y en malas condiciones mecánicas que para peor son conducidos de forma irresponsable y temeraria como se puede ver en el video que acompaña la nota donde termina en uno de los pozos que abrieron en la calle.

Invitamos a los vecinos a contarnos su experiencia o hacernos llegar su denuncia.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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