
Un incidente ocurrido en el partido de Brandsen donde el gobernador Axel Kicillof entregaba escrituras y entre sonrisas y fotos con militantes presentes, terminó en un escándalo político que dejó en evidencia el pésimo gabinete que lo rodea y que en su ignorancia Kicillof mantiene a pesar de todo.
No tengo elementos para poner en duda la honestidad del gobernador, cuando lo investigaron quienes tuvieron acceso a medios de prueba tampoco pudieron encontrar elementos para un proceso, pero sí, puedo afirmar que varios ministros del gobernador son ineficientes de mínima y que varios incluso por acción y omisión encubren actos de corrupción, con lo cual no me parece que el reclamo de la mujer fuera una agresión política y mucho menos un atentado.
Quienes justifican lo ocurrido no hacen más que alejar a los que veían en Kicillof un político joven, que en su afán a veces de explicar se confunde, pero nada que lleve a pensar que es un tipo repudiable, aún con algunas de las limitaciones que tiene su oratoria, pero su actitud con Fernanda, la mujer que se acercó a reclamar por salud y educación, lo alejan y hace dudar de su «copada» humildad política que suele mostrar en campaña, sonreír y tomarse fotos con los propios lo hace cualquiera, es un acto onanista y como tal irreal, por eso con los disidentes se debe ser más respetuoso, no había ningún elemento en poder de la mujer que pudiera representar un riesgo y la actitud de arrebatarle el micrófono es infantil, porque terminó generando una tensión y un espectáculo que le resta más que sumar.
¿Qué parte no entienden los políticos que los ciudadanos están cansados de la política tramposa?, así como era válido criticar a Mauricio Macri por sus viajes en colectivo con actores, la conducta del gobernador y más de su entorno es repudiable, en un mundo serio, el político no reacciona mal con el ciudadano sino con su entorno, empezando por los responsables de ceremonial y la custodia, permitir una agresión a una mujer desarmada, que no lo agredió es mostrarse hipócrita cuando ellos mismos promueven y gastan millones en ministerios de la mujer, es decir, si bien existe un mecanismo formal para reclamar, la realidad es que sus ministros no dan respuesta alguna, no atienden a los ciudadanos y lo peor, repito, son cómplices de actos de corrupción.

Tema SALUD
Le comento señor Axel Kicillof que su ministro Nicolás Kreplak, es uno de los ministros ineficientes, ridículo por la poca seriedad de sus inversiones millonarias y se lo voy a fundamentar con un simple ejemplo, hospitales donde hay demoras para cirugías, que pueden llevar a costar la vida del paciente, en lugar de priorizar invertir en solucionar la cuestión, van y gastan millones en mejorar las habitaciones existentes, en el mientras tanto, el hospital se queda sin camas y por ende sin cirugías, es decir, a las pocas que se hacen, se dejan de hacer, eso es algo inteligente?, los pacientes quieren atención, no una cama nueva o una habitación que solo sirve para la foto política, pero que es una mentira porque no representa una mejora en el sistema de salud, a sabiendas que en pocos meses la habitación estará como la que demoraron meses en reparar.
Su ministro de salud tiene una enorme deuda con los controles de las clínicas en la provincia de Buenos Aires donde los colegios de médicos vienen denunciando desde hace años irregularidades en cuanto al personal médico que en ellas trabaja, algunas extranjeros y que no se sabe si quiera su verdadera identidad porque usan los datos de médicos registrados, estas irregularidades producen mala praxis y muertes o daños permanentes en la salud.
Cualquiera que sin previo aviso visite una Guardia Médica, podrá ver las demoras y la mala atención general que reciben los vecinos, esto también ocurre por falta de controles, pero claro, si faltan médicos, mejor no controlar a lo que tenemos y que el paciente se joda.
Tema EDUCACIÓN
El otro tema que reclamaba Fernanda, no es algo menor, todos los políticos hablan de que el camino es la educación, pero en la practica son ellos mismos los que denigran la calidad educativa priorizando los intereses políticos por sobre lo correcto, es decir, el propio Director General de Escuelas Alberto Sileoni, no hace cumplir la Ley sobre educación y peor aún, no atiende las denuncias al respecto lo que técnicamente es un delito cuando un funcionario se niega a cumplir con sus obligaciones. Ejemplo, existen algunos partidos donde bajo lo que se denomina Educación Artística, cualquier puede autotitularse docente y peor aún, cobrar el sueldo de un docente que estudió y se capacitó para eso e incluso jubilarse con un monto por sobre otros trabajadores que tampoco le correspondería, es decir una cadena de pérdidas económicas para el Estado y una desigualdad que denigra la carrera docente, le doy un ejemplo, el IDAC (Instituto de Arte Cinematográfico de Avellaneda) que de yapa posee un director Rubén Jajdelski, amigo de Sileoni que fue puesto a dedo sin reunir los requisitos para ser directivo.
Si no hay más reclamos sobre la situación real de las escuelas de la provincia es porque guste o no la realidad es que los sindicatos vinculados a la educación o los auxiliares son militantes y mientras ellos recauden el 4% del sueldo de los afiliados, prefieren pasear y hacer asambleas donde curiosamente todos los presentes sonríen y no parecen vivir la realidad de sus afiliados.
Parte de gobernar con coherencia, es no creerse el circo que los aduladores suelen armar alrededor del que gobierna para entretenerlo.

Tema CONTROL Y TRANSPARENCIA
Para que todas las irregularidades mencionadas y muchas otras más que obligarían a horas de escritura y lectura se perpetúen, debe existir IMPUNIDAD, porque de nada sirven las normas si quien las viola sabe que no se van a cumplir y que cuando más contactos mejor.
Así otro de los ministros que incumplen sus funciones y muy caro nos cuesta a los ciudadanos es el ministro de justicia y derechos humanos Julio Alak, de quien depende la Subsecretaría de Transparencia Institucional, que cuenta con varias direcciones, por ende varios directores con sueldos elevados, que puedo afirmar hacen poco para merecerlos.
Entre las irregularidades detectadas se encuentran, falta de controles en las declaraciones juradas patrimoniales de los funcionarios, algo básico para detectar inconsistencia, a pesar que muchas son dibujadas porque nadie controla, pero cuando hay funcionarios que llevan años sin presentarlas y no pasa nada, eso es avalar la corrupción.
No investigar las denuncias a funcionarios hace que sea poco inteligente gastar millones en funcionarios que ya que no investigan por motu propio, por lo menos deberían responder a las denuncias de los ciudadanos, eso sí, tiempo para subir contenidos a las redes sociales no les falta.

CONCLUSIÓN
Entonces es entendible la reacción de Fernanda, porque muchos ciudadanos se sienten impotentes, con ganas de gritar la verdad que muchos como hoy usted prefieren no oír, son ustedes los que hablan de que el amor vence el odio, pero no frena la agresión innecesaria a una mujer que solo quería ser escuchada, aún cuando NADA iba a cambiar, porque usted está en campaña y se olvidó de controlar a sus ministros, entonces todos están cómodos, usted en la rosca como el resto y los ministros tranquilos administrando ministerios que no funcionan, sumando directivos que se preocupan más por los likes que reciben que por mostrar gestión, así, nada puede tener un bien resultado.
Usted ha sido escrachado y es objeto de agresiones por redes sociales, que no comparto, pero eso no es excusa para actuar como un hipócrita, porque usted eligió estar en la política y en lugar de terminar siendo como todos, debería mostrar que lo que pregona es el primero que lo practica.
Hay cuestiones que pueden mejorar pero la decisión depende de usted, salvo que sus ministros le mientan en la cara y usted prefiera creer porque es cómodo y debe favores, gobernar es ejercer la fuerza del voto de quienes representa y eso es reclamar a sus ministros brinden con claridad sus actos de gestión y si tiene que realizar cambios los haga sin debilidad, no debe haber segundas oportunidades en funcionarios que son ineficientes para los cargos públicos, pero muestran un crecimiento patrimonial incompatible con la forma en que administran lo público.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw