Argentina una sociedad prostituyente

Cuando es necesario definir a la sociedad argentina, siempre es necesario valorar la visión externa que de nosotros tienen en otros países, esa imagen del “argentino” en el exterior ha estado marcada desde hace muchos años por la conducta de quienes veraneaban o paseaban por el exterior.

Incluso en mi crecimiento escuché muchas veces comentarios tales como, “te das cuenta que son argentinos en una playa europea porque llegan, desordenan, se gritan que se olvidaron el bronceador, la sombrilla o la reposera”, en los hoteles al saber la nacionalidad extremaban los cuidados de toallas, batas y hasta cubiertos. Esto sumado a una evidente falta de modales o la forma de mirar mujeres en topless cuando era una práctica no habitual en la Argentina.

Esta referencia es necesaria porque hay que comprender los pilares de la sociedad actual, una sociedad que algunos llaman “machista” o “patriarcal” pero que en lo personal es más grave y compleja.

Secreció y educó en el concepto de que muchas víctimas de abusos, sean por parte del Estado o particulares se lo buscaron, así esa construcción colectiva, transmitida no solo en los hogares, sino en escuelas y por parte de las religiones más convocantes, apuntaron a limitar la sana duda y el ejercicio de procesar los hechos por uno mismo.

De esta manera, la sociedad pasó con los años a darle más entidad a lo que relata un seudoperiodista, que en la mayoría de los casos se formó en una universidad, egresó como Licenciado en Comunicación, pero que nada tiene que ver con lo que se conocía como periodismo, leer noticias en un medio televisivo o redactar noticias limitadas por la línea editorial no es ejercer el periodismo, cualquiera que sepa leer y escribir, tengo buena presencia y dicción puede hacer ese trabajo y no tener la menor idea de lo que dice.

La manipulación de los medios ha hecho de estos empresas que en el mundo han generado debates políticos donde aún hoy pelean por el poder, en la Argentina, la cosa se agrava por la debilidad de los políticos locales que crecen o desaparecen según la protección mediática.

He sostenido que el poder real en la Argentina no lo tienen los políticos, es triste ver como la sociedad se divide entre la defensa de partidos, sin comprender que gobierne quien gobierne, las medidas siempre tendrán un límite que es fijado por los verdaderos dueños del poder, esos a los que la Ley les importa poco y se aplica solo para los comunes, esa elite, hace muchos años ha entendido que la debilidad de los políticos es el mejor negocio y así suelen poner un huevo en cada canasta, algo sencillo de comprobar si uno lee las declaraciones de aportantes que cada partido entrega a la justicia electoral, aunque lo importante no tiene constancias.

A la fecha parecería que hasta los que por televisión nos venden ser periodistas independientes y valientes, no hablan de los verdaderos dueños del poder, como no tocan el tema de quienes son los empresarios con mejor crecimiento, el lavado de activos en la Argentina es un tema grave, pero poco investigado, por razones obvias.

La infuencia de un aparato político-mediático, destinado a generar una falsa conciencia es vital, así como en la antigüedad las religiones eran un medio para “controlar la realidad social”, instaurando en los fieles una forma de vivir, según premios y castigos, pecados y virtudes, hoy los medios y la tegnología que llega a todos desde la edad más temprana, son quienes te dicen quien es bueno, malo, lindo o feo. En esa construcción lo más perjudicial para una sociedad sana y equilibrada es que además te dicen quién es inocente o culpable.

La violencia a la mujer en todas las formas que hoy conocemos, encuentra su origen en una cultura nefasta, donde la forma suave de llamarla es machismo, vinculado al patriarcado.

Hay una posición que comparto que el cliente, en realidad es un prostituyente y que es el Estado quien incumple su rol, al beneficiar este “negocio” y beneficiarse de parte de las ganancias que generan no solo los locales explotados, sino toda la trama de corrupciónnecesaria para que estos funcionen sin problemas.

La prostitución es una institución patriarcal que afecta directamente la igualdad entre los géneros, en atención a que consagra una sexualidad dominante a satisfacer la sexualidad masculina hegemónica, a la que deben subordinarse las personas prostituidas, mayormente mujeres y niñas, además de niños, travestis, transexuales y transgéneros.

Muchas son las causas por las cuales una persona entra en las redes de prostitución, hay un común denominador que es la vulnerabilidad, y ésta puede ser económica, emocional, intelectual o psicológica.

Una antigua frase que sutilmente creo la idea de que la prostitución es una elección natural de la mujer tiene que ver con eso de que “la prostitución es la profesión más antigua del mundo”, esto relativiza los traumas, daños y torturas que han sufrido y sufren miles de mujeres inmersas en la prostitución. Se pueden agregar otros concepos falsos como “es una forma sencilla de ganar mucha plata”, esto es falso: las mujeres en situación de prostitución sufren daños irreparables, comparables con los daños de una persona que fue torturada, que sufrió una guerra. La gran mayoría de las mujeres en situación de prostitución es muy pobre. Los proxenetas son los que se enriquecen. La trata y el tráfico de mujeres para las redes de prostitución es uno de los negocios más redituables, junto con el tráfico de drogas y de armas.

“Lo hacen porque les gusta”, esto es falso: la mayoría llega a la prostitución luego de historias de violencia, vulnerabilidad, pobreza, engaños (de sus parejas, de sus familiares), violaciones, exclusión y falta de educación. Muchas también son secuestradas y obligadas mediante torturas, amenazas, violencias. La prostitución no es elección. Es una opción cuando no queda ninguna otra opción.

La prostitución ha sido además vinculada a grander extorsiones y operaciones políticas, donde no han faltado en la Argentina escándalos que con el tiempo quedaron en el olvido y acá no pasó nada, como fueron casos resonantes sin resolución donde se vinculaba prostitución VIP y narcotráfico, casos como el asesinato de Poli Armentano, las denuncias del prostituyente VIP y amigo de Mauricio Macri ex espía de la SIDE Raúl Martins que luego de muchos años hoy posee un pedido de captura internacional de la justicia y tal vez el más cercano del que ahora nadie habla, la muerte y todo lo que rodea al caso de Natacha Jaitt.

Debo volver a criticar el trabajo de la PROTEX, a cargo del Fiscal General Marcelo Colombo, por la poca productividad en la investigación y combate de este tipo de delito que junto a la Trata de Personas crece día a día, vinculado a la desaparición de víctimas inocentes que son el blanco de organizaciones delictivas.

El trabajo como ministro de seguridad de Patricia Bullrich en la materia ha sido muy malo, sabido que la Trata de Personas, la Prostitución y el Narcotráfico tienen un tridente delictivo que no marchan por separado. Es más rentable una mujer explotada sexualmente que la venta de drogas o armas, los dos negocios que le siguen en rentabilidad a nivel mundial.

La mejor estrategia para seguir encubriendo el tema, es generar y financiar comisiones, ONG, que pongan su eje de lucha en simplificar todo a una conducta de algunos hombres, apelando a lo ya dicho, dividir posiciones, de un lado las que acusan y del otro los que se defienden, en una táctia tan antigua que se define en el “divide y reinarás”.

Sin diálogo posible, no encuentro una solución cercana, la falta de condenas en los delitos de Trata de Personas o Explotación Sexual, que suele penarse como Reducción a la Servidumbre, generan impunidad.

Así, la sociedad da paso a una creencia de que la prostitución es algo natural, personajes como Baby Etchecopar, han dicho hasta el cansancio que los hombres con dinero tienen derecho a tener amantes o prostitutas, porque pueden sostener a su familia sin hacerles faltar algo, pero que los pobres se tienen que conformar con prostitutas cuando cobran porque no les da el cuero para amantes o prostitutas VIP.

Incluso algunos han rodeado a la prostitución de un romanticismo que no tiene, si bien es cierto que hay miles de mujeres que ejercen la prostitución sin ser regenteadas y por una elección personal, los motivos no son los preferidos por estas y mucho menos sin consecuencias.

La sociedad argentina es hipócrita, como la letra de “la villerita” que cantaba Guaraní,

“Te vi desnuda, tu cuerpo helado
Desvergonzado bajo el tapado
Y enamorado por dos centavos
El mismo juez que te ha condenado”

A que punto nuestra sociedad enferma a naturalizado al prostituyente, que muchos fiscales de la Nación como Guillermo Marijuan, Carlos Stornelli, Gerardo Moldes, Ricardo Sáenz, Raúl Pleé, José María Campagnoli , marcharon por Nisman como si se tratara de un héroe acuñando la frase “Yo soy Nisman”, muchachos, las cosas por su nombre, ninguno de ustedes hizo algo por las miles de mujeres víctimas de la Trata de Personas, la Prostitución o el Narcotráfico, pero sí se pusieron en la piel de un fiscal acosador y prostituyente como era Alberto Nisman, con estos ejemplos, dudo que algo mejore, varios de los mencionados son los mismos que por el año 1998 ponían palos en la investigación del ex Fiscal Pablo Lanusse sobre la corrupción y la recaudación ilegal de las fuerzas federales, recaudación que financiaba la política y a políticos y funcionarios judiciales de alto rango.

Hace falta una sociedad que deje de lado la comodidad de repetir lo que escucha, que deje de estar pasiva porque es como si te quedas parado en la playa cuando sube la marea, en algún momento o te lleva o te cubre.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw

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