
El presidente de la Nación, Alberto Fernández, es la víctima política más relevante de la Pandemia, con todo el esfuerzo que realizó para explicar las medidas preventivas, en el camino dejó parte de la imagen positiva y la sensación de una preocupante debilidad que la oposición aprovecha para desafiar y violar tanto la cuarentena como el aislamiento y distanciamiento social.
El cumplimiento de la cuarentena tuvo un porcentaje medio, esa es la realidad, nos guste o no, vivimos en una sociedad que no se destaca por el respeto a la autoridad y las normas, alentada por ejemplos de transgresores que son explotados en los medios.
Muchos consumen programas donde se trata de forma ligera la intimidad de las personas y se exponen situaciones judiciales ridículas incluso en el fuero penal.
Los primeros 15 días, la cuarentena fue eficiente, tuvo un alto acatamiento y se hicieron miles de procesos judiciales por incumplimiento al Decreto 297/20 y los Art. 205 y 239 C.P., pero luego de esto, los fiscales se quejaron de no poder continuar con el número de prevenidos y ante esto los fuerzas de seguridad comenzaron solo a advertir y recomendar, lo que se interpreto en la población como una relajación del orden y por ende el número de incumplidores creció.
Podríamos buscar la respuesta en muchos estudios científicos incluso, como ser la «teoría del caos» y «el efecto mariposa», aún cuando la cuarentena se impone como un límite a derechos y libertades, existe en todo ser humano la capacidad del libre albedrío, con lo cual la voluntad se puede transformar en acción y desafiar las reglas impuestas.
Cada vez se controló menos y eso originó un menor acatamiento, el gobierno nacional no tuvo el apoyo genuino de muchos intendentes con hacer cumplir la cuarentena, entre ellos intendentes del mismo espacio político, curiosa actitud porque varios de esos intendentes gastaron millones en la difusión local de la enfermedad, incluso el ultra kirchnerista Jorge Ferraresi intendente de Avellaneda, permitió el trabajo de comercios sin autorización para trabajar y por las calles muchos desafiaron las medidas de prevención.
Con esto, uno no puede esperar otra cosa de parte de su presidente que el levantamiento de la cuarentena para comenzar a construir desde la igualdad, porque deviene injusto que mientras algunos fueron procesados por ir a trabajar, otros que nunca cumplieron la cuarentena se burlen del resto.
Viendo el panorama y la debilidad del presidente, la oposición que nunca se fue, cargó fuerte contra el gobierno nacional, provincial y trolls mediante han ido desafiando al gobierno, con noticias falsas y denuncias inventadas, así en medio de la cuarentena se juntaron para protestar y dejar en evidencia que Rodríguez Larreta es un tipo poco confiable que juega a dos puntas, por un lado se muestra con el gobierno nacional, preocupado y por el otro permite y libera el Obelisco para las protestas. Es inevitable recordar la brutal represión policial a ancianos en Plaza Constitución que solo querían comprar barato o las golpizas a los artesanos de San Telmo.
Pero más sugerente y grave es el silencio del gobierno nacional, ni siquiera el diputado Rodolfo Tailhade, hizo denuncia alguna por los manifestantes que el día 9 de julio violaron la Ley y los funcionarios del Gobierno de la Ciudad que hasta permitieron el ataque a periodistas.
Insistir en una cuarentena que pocos respetan es injusto para los que cumplen y un acto ridículo frente al mundo.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw