Manuel Adorni se ha ido apartando de las funciones de un vocero presidencial, para volver a lo que lo llevó a la presidencia, responder como un twittero, negar lo evidente, enojarse y agredir, inventar conspiraciones donde no las hay, pero con el único objetivo de distraer la realidad económica que viven millones de argentinos que YA no pueden más.
A sabiendas de que quienes lo votaron aún confían en unas mejoras en pocos meses, pero que pasado marzo muchos ya no quieran ni puedan seguir esperando, aceleran la creación de enemigos contra el gobierno para cargar sobre ellos la responsabilidad del crecimiento de la pobreza y de la indigencia.
Ante el temor de una masiva protesta contra Javier Milei en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso de la Nación, ya desde el gobierno trabajan para instaurar la idea de que se está gestando un complot político y vuelven a usar a Patricia Bullrich como el Comisario del condado con comunicados invitando a denunciar aprietes y convocatorias, pero sin nada concreto para mostrar.
Mientras el gobierno se victimiza luego de insultar y amenazar desde las redes sociales encabezados por Javier Milei que a estas alturas ya se muestra como una persona desequilibrada, NADA dicen desde el gobierno de las convocatorias que hacen los organizadores de sus seguidores para ir a bancar al presidente y si es necesario «enfrentar» a los opositores sean políticos o ciudadanos que repudian la gestión.
Estos grupos han ido creciendo financiados por los mismos sectores que financiaron a Javier Milei, de a poco van ganando la calle infiltrando actividades que supuestamente repudian los libertarios, como por ejemplo el arte y la música.

Por Marcelo Ricardo Hawrylciw