Crecen las denuncias de violencia infantil en la provincia de Buenos Aires

  Según datos del Registro Estadístico Unificado de Niñez y Adolescencia (REUNA) 85 niños ingresan, en promedio diario, al listado de víctimas de maltrato infantil en la provincia de Buenos Aires.

Walter Martello, el Defensor del Pueblo Adjunto bonaerense, informó que en los últimos seis meses incorporó 15 mil casos.

Las estadísticas fueron presentadas al Observatorio de Niñez y Adolescencia que lidera Martello por el REUNA, cuya función es organizar un sistema de información único y descentralizado que incluya indicadores para monitoreo, evaluación y control de las políticas y programas de niñez, adolescencia y familia en base a datos de servicios locales y zonales de Niñez.

El funcionario precisó que según la información oficial hubo 15.149 casos de maltrato, de los cuales se registraron 2.496 abusos sexuales, 4.152 maltratos físicos, 4.356 maltratos psicológicos y 4.145 casos de negligencia o abandono (falta de cuidados básicos).

Casi 7.000 episodios ocurrieron a menores de 11 años, 5.000 a jóvenes de 12 a 17, casi 3.000 a menores de 5 años, y otro 2.390 figuran como no consignados; el 60 por ciento de los hechos de maltrato fue contra mujeres y el 40 por ciento contra varones, de acuerdo con la estadística oficial.

«La violencia familiar y el maltrato contra la infancia y la adolescencia son formas de vulneración de los derechos de niños, niñas y adolescentes que se hallan extendidas en todas las latitudes», dijo Martello, quien destacó que «el maltrato no siempre es ‘visible’: en algunos casos porque puede ejercerse sin dejar huellas físicas en el cuerpo; en otros, porque la víctima está sometida al silencio, y la violencia es ejercida en la intimidad de la vida familiar».

«Sin embargo, aún en los casos en los que no pone en peligro la vida de los niños o adolescentes, tanto el maltrato en cualquiera de sus formas, como la negligencia o el abandono son gravemente dañinos por el dolor que provocan y por los efectos que dejan en el desarrollo intelectual, social y emocional de quienes lo padecen o han padecido, tal cual lo expresa UNICEF», dijo el funcionario.

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