Ramón Leiva, BUSCADO

Parece que el nuevo Director de Tránsito del municipio de Avellaneda, Ramón Leiva tiene dificultades para arrancar a cumplir con sus obligaciones, una cosa es ser concejal donde nadie controla tu trabajo y con estar presente en las sesiones alcanza y otra es tener un cargo público.

Los vecinos a diario viven con situaciones que si se cumplieran las Ley y las Ordenanzas no ocurrirían, algunas incómodas y otras que generan discusiones con resultados inciertos en una sociedad cada día más violenta.

Con un HCD que poco hace y mucho menos controla, el haber sido parte del cuerpo es un plus de garantía de impunidad, por eso de que entre bueyes no hay cornada.

El tránsito en Avellaneda es un caos, no solo porque se conduce mal, sino porque la gran mayoría no respeta ninguna de las normas básicas de tránsito, se estaciona en cualquier lugar, no se respetan las rampas de discapacitado, no se respeta el carril de circulación, no se usan las señales de giro, se ocupan en algunos casos las veredas de forma casi total impidiendo el paso de otros y los camiones son un tema serio de verdad del que nadie se ocupa a la fecha.

Entre los comercios que menos respetan la Ley y al resto de los vecinos encontramos a las remiserias, los talleres mecánicos, verdulerías o mercados barriales.

Por Gerli las cosas se complican ya que la firma de galletitas Pozo sigue a pesar de los reiterados reclamos de los vecinos sin respetar nada, no solo estacionan y circulan por el interior del barrio camiones de gran porte que rompen luminarias, autos estacionados, el asfalto y agrietan los frentes, sino que también los camiones de Pozo estacionan por donde les queda cómodo, incluso en contra mano.

A pocos metros en Heredia y Angaco, un taller que por las características del mismo no reúne las condiciones para ser habilitado sigue generando conflicto con los vecinos por ocupar la calle, la vereda y la ochava, al ser un pasaje angosto, la calle Angaco se ve obstruida por los autos del taller, varios vecinos han denunciado las irregularidades pero todo sigue igual.

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