Denuncian que la empresa intenta iniciar un procedimiento preventivo de crisis para justificar decenas de despidos.
Trabajadores gráficos del diario La Nación ratificaron en asamblea el estado de alerta y movilización y marcharon ayer hasta la redacción del matutino en rechazo a despidos que pretende concretar la empresa por una supuesta situación de crisis.
«La empresa intenta iniciar en el Ministerio de Trabajo el procedimiento preventivo de crisis para justificar alrededor de 40 despidos, pero nosotros tenemos los números, afirmamos que no están en crisis y creemos que se trata de una cuestión política, que rechazamos», declaró a Télam el delegado gremial Darío Sosta.
Según el sindicalista, La Nación «está más de 100 millones de pesos arriba en lo que va de balance de este año y adquirió importantes diarios latinos en Estados Unidos», desde que se convirtió en 2012 en «accionista estratégico» de ImpreMedia, uno de los principales grupos de diarios en español de ese país.
«Para mí el problema es político, ya que les venció la cautelar más larga del mundo» por una millonaria deuda con la AFIP y «frente a la sentencia que dice que tienen que pagar, creemos que quieren tirarle al gobierno 40 familias de trabajadores a la calle», acotó.
Sosta aludió así a un fallo judicial de diciembre de 2014 que dispuso que La Nación pague a la AFIP más de la mitad de la deuda impositiva de 350 millones de pesos que le reclamaba el organismo fiscal pero se veía impedido de ejecutar por una cautelar que se prolongó durante más de diez años.
El delegado gremial sugirió también que «otra motivación política» de la empresa periodística en la amenaza de despidos derivaría de «su alineamiento con Clarín y (Mauricio) Macri», el jefe de gobierno porteño y candidato presidencial del frente Cambiemos para las elecciones de octubre próximo.
«Como culminación de la movilización de hoy (por el lunes), esperábamos tener conversaciones con el CEO de La Nación, Guillermo Rivaben, pero nos recibieron un gerente y un director, a quienes les hicimos saber que queremos reunirnos con Rivaben para poner fin a esta situación» conflictiva, relató el sindicalista.
Sosta contó además que «la asamblea en la puerta del diario ratificó el estado de alerta y movilización» pero sin recurrir por el momento al paro de actividades ante la sospecha de que en la empresa «esperan que paremos para mandar los telegramas de despido».
Los trabajadores de La Nación y sus delegados cuentan en esta lucha con el respaldo de la Federación Gráfica Bonaerense, que es el sindicato que los representa, sus expresiones zonales y sindicatos gráficos de diversas provincias, entre otras agrupaciones políticas y gremiales.
