Denuncian que no buscan a los asesinos de un pibe

Familiares y amigos del joven emboscado por una patota el 3 de junio en San Telmo, marcharon y mostraron las fotos de los 11 integrantes del violento “clan” que mató al chico. Sólo uno se encuentra detenido.

La familia y los amigos de Cristian “Bachi” Medina marcharon ayer por las calles del barrio de San Telmo en reclamo de justicia por el brutal asesinato a golpes del chico de 15 años, emboscado por una patota salvaje en la madrugada del domingo 3 de junio. En la movilización, se exhibieron las fotos de los 11 integrantes del violento clan, 10 de los cuales se encuentran prófugos.

“El problema es que no los buscan, porque los agresores se pasean libremente por el barrio, con total impunidad”, dijo una madre. En diálogo con Diario Popular, la mujer, amiga de los padres de Bachi, relató que ayer se reunieron con el titular de la comisaría de la zona, quien les prometió “novedades importantes” respecto a las capturas.

“Ya hace más de dos semanas que nos vienen diciendo lo mismo. Los asesinos están todos identificados. Tenemos sus fotos, y las aportamos a la justicia, pero la causa sigue estancada. No queremos que todo esto quede impune. A Bachi lo mató una patota, que viene haciendo desastres, y  los queremos presos”, expresó.

El linchamiento al adolescente quedó grabado íntegramente por cámaras de seguridad, que permitieron determinar que fueron 11 los integrantes del grupo que le pegaron. Cuatro integrantes de la banda son mujeres. De algunas filmaciones con cámaras de seguridad del barrio se desprende que los patoteros, ya con la víctima desvanecida en el piso por la golpiza, se sacaron fotos en la escena del hecho y en medio de carcajadas.

Bachi, como llamaban sus amigos a Cristian, fue atacado en la madrugada del domingo 3 de junio, pero falleció a causa de la gravedad del cuadro unos días después. Los testimonios sobre lo ocurrido durante el ataque describieron que la patota de agresores estaba compuesto por unos 30 jóvenes, aunque se determinó que el chico recibió golpes de 11 personas. Una de ellas, una chica, le arrojó encima un bloque de cemento.

Bachi, un estudiante secundario que vivía con sus padres y dos hermanos, había concurrido a la puerta del boliche “Club 947”, ubicado en Chacabuco y Estados Unidos. Allí la patota, conformada por jóvenes de entre 20 y 25 años, lo visualizó y sometió a una golpiza sencillamente “por ser pendejo”, según sostienen los amigos. El chico, muy lastimado, logró escapar, dirigiéndose a los alrededores del Parque Lezama, pero fue emboscado. Este segundo ataque fue letal. Medina falleció con politraumatismos, pero esencialmente por la afectación de los riñones.

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