El hecho se registró esta mañana cuando un hombre entró a un supermercado chino situado en la calle Repetto al 1.800 y comenzó a disparar contra dos empleados del lugar. Luego del tiroteo el supuesto cliente se retiró del lugar con cómplices que lo esperaban en un vehículo. Personal policial afirma que se trataría de un supuesto ajuste de cuentas.
Si bien en un principio se creyó en un intento de asalto, a partir de los testigos y los videos de las cámaras de seguridad la policía ahora cree que el tirador no quiso robar nada y fue directamente a balear a las víctimas.
El hecho ocurrió alrededor de las 10 en un supermercado chino ubicado en la calle Nicolás Repetto 1845 y avenida Juan B. Justo.
Un joven que llevaba puesta un gorra de béisbol entró al comercio armado con una pistola, según señalaron fuentes policiales.
Pese a que una de las cajeras levantó las manos y le ofreció el dinero de la recaudación, el delincuente fue directamente a donde estaban dos de los encargados del comercio, abrió fuego y escapó sin robar nada.
Los voceros contaron que en el lugar se escucharon varios disparos, aunque a simple vista sólo se encontraron dos vainas servidas.
El atacante escapó corriendo y se subió a un taxi, por lo que se investiga si contaba con un cómplice taxista o si abordó circunstancialmente un vehículo que pasó por el lugar.
Ambulancias del Sistema de Asistencia Médica de Emergencias (SAME) trasladaron hasta el Hospital Alvarez a los dos ciudadanos chinos heridos de bala.
Uno de ellos falleció, mientras que el otro permanecía internado aunque fuera de peligro, según afirmaron voceros policiales.
El caso es investigado por la comisaría 13 y la Fiscalía de instrucción porteño 41, a cargo de la fiscal Silvana Russi.
«El robo está totalmente descartado. Los testigos nos indican que el tirador no pronunció palabra ni quiso el dinero de la caja.
Se acercó, disparó y se fue», dijo uno de los jefes policiales de la investigación.
La misma fuente contó que en diciembre pasado «este mismo comercio sufrió un atentado intimidatorio, ya que le prendieron fuego la puerta».
Además, en uno de los huecos de las baldosas de la vereda, justo frente a la entrada del supermercado, su puede leer la palabra «Mafia» calada en el cemento, un mensaje que tiene toda la apariencia de ser viejo, aunque ahora se suma como una pista más sobre el móvil de este ataque.
