Cientos de trabajadores de clínicas privadas de CABA y el AMBA, ya están cansados de los delegados que supuestamente los representan, en los sindicatos de primer grado como son los ATSA, que en conjunto conforman la FATSA.
La cara visible del gremio la lleva Héctor Ricardo Daer, quien desde que encabezó la Lista Celeste y Blanca en 1992, a la fecha se ha mantenido en el cargo de Secretario General integrando además la conducción de la FATSA y de la CGT, integra los históricos sindicalistas llamados «los gordos» junto a su primo Rodolfo Daer, Secretario General del sindicato de alimentación STIA y la FTIA, quienes además de participar en actividades sindicales, tienen una fuerte actividad política, junto a otro primo Omar Luis Daer, ex abogado de Carlos Menem y apoderado del PJ en la provincia de Buenos Aires.
Así las cosas, estos millonarios sindicalistas, encuentran un negocio en todo, incluso en asociarse con inescrupulosos empresarios para obtener beneficios económicos y los trabajadores que se jodan, eso sí, un par de días van a ir con la bandera del sindicato, dos redoblantes y un bombo, pero poco cambia la situación de los trabajadores, cualquier acuerdo siempre irá a menos.
En los últimos meses, trabajadores de al menos 3 clínicas del AMBA, Clínica Avellaneda Medical Center, Maternidad de Lomas de Zamora y la Clínica San Jorge de Lanús, a estos trabajadores se suman los del Sanatorio Santa Bárbara ex UAI, de CABA, pero ¿qué tienen todos en común?, al empresario multidenunciado Roberto Bustamante, dueño de varias clínicas más, donde también se registraron protestas en meses anteriores, pero también comparten un mismo mal, la supuesta representación sindical de la Lista Celeste y Blanca de ATSA.
Algunos de estos trabajadores están peor que otros como por ejemplo los de la Maternidad de Lomas de Zamora, donde se denunció en los últimos días del mes de diciembre del 2022 maniobras de vaciamiento por parte de Bustamante, que además dirige la firma PRORAM, dedicada a productos médicos y proveedor del PAMI, así como los Grupos Santa Bárbara y Organización Médica S.A entre algunos de sus muchos negocios, donde la precaridad laboral es habitual, así como las demoras en los pagos de los salarios.
Con todo esto hay dos posiciones bien distintas, por un lado AMRA, Asociación de Médicos de Argentina, el sindicato de los médicos que en inspecciones a las clínicas mencionadas ha encontrado situaciones irregulares que fueron denunciadas y dadas a conocer en los medios de prensa, por el contrario ni ATSA ni FATSA, representan a sus trabajadores, los pocos acuerdos laborales siempre dejan al trabajador con un mal arreglo y en las redes sociales son cientos los que ya no temen insultar o acusar a sus delegados de no hacer nada para beneficio de los trabajadores, mientras ven a los delegados y representantes del sindicato de vacaciones por playas y viviendo una vida muy distinta a la de la mayoría de los trabajadores.
Finalmente Roberto Bustamante tiene entre sus clientes a algunos sindicatos, que le permiten tener ganancias con pocos controles.
Lo que no se explica es, cómo un tipo con varias causas penales, denunciado por ex empleados y familiares de fraudes al PAMI y a pesar de todo eso, sigue siendo proveedor y prestador del organismo, lo que evidencia que la corrupción y la impunidad pesan más que las vidas que se ha cobrado esta mafia que crece a pesar de todo.
De la «teta del Estado» se dice maman muchos, de la del PAMI son siempre los mismos, pasan los presidentes, los políticos pero la «quintita» de los proveedores y los que negocian con el organismo no cambian.
Por Marcelo Ricardo Hawrylciw
