Desde este medio queremos dejar un recuerdo de Silvia Martinic, una mujer solidaria e inquieta, lamentamos su pronta partida y el no haber tenido la oportunidad de despedirla, como nadie ha sido una defensora de los derechos de los pacientes del Hospital Borda, trabajó por su barrio Dock Sud poniendo en valores esquinas y murales, madrina de necesitados del Chaco a los que enviaba las donaciones, una trabajadora incansable y una artista.
Silvia ha sido en mi vida una de esas personas que conocerlas te cambia para bien, solo puedo pensar en una canción de Las Pelotas que dice «Destino dónde estarás que estés sonriendo …», gracias por tanto, te llevas un pedazo de la historia de muchos.
«El día que muera por favor no me digan vuela alto
Ni mucho menos descansa en paz ni era un ser de luz ni esas cosas q odio porq yo no quiero ni volar ni descansar
Seré un alma en la tierra y seguiré mi libertad sin pagar pasaje para ayudar a los niños a las familias sufridas yo no me voy yo me quedo en otra forma pero voy a estar para cuidar a mi familia mi tierra haré brotar frutales y vegetales xq Dios m ayudará y así
Podrán comer los q ya no tendrán q revolver la basura si yo m quedo acá y otros como yo quieran hacerlo
No se asusten no voy a ser fantasma voy a ser yo tratando como siempre «ayudar» pero ya saben no m digan q vuele alto.
Lo escribo para q lo tengan presente voy a luchar acá y allá no quiero descansar …
Tengan fe todo puede mejorar si el egoísmo muere de verdad si las ambiciones desmedidas se queman Si miras al otro y pones empatía Así q mi trato con Dios ya está hablado (esto sería como mi testamento publico claramente ) pero bueno el hombre propone y Dios dispone AMEN»
Escrito por Silvia Martinic