Se conocieron detalles de la mujer cautiva por un narco en Guernica

La mujer que estuvo privada de su libertad por parte de su pareja durante 7 años y que fue rescatada hace una semana, declaró ante el Fiscal y ahora «está cuidada, protegida y contará todo cuando ella pueda», afirmó Rocío Encisa, hermana de la víctima.

Sofía Encisa tiene ahora 24 años, a los 16 conoció, en Lomas de Zamora, a Oscar Roberto Enríquez, alias «el chino», ahora apodado por la prensa como el «Chacal de Guernica», que tiene casi 10 años más que ella, por el cautiverio de su pareja.

«Fue su primer novio, salieron tres meses y se fueron a vivir juntos a Guernica; al poco tiempo ya no pudimos tener más contacto con mi hermana», relató Rocío.

Durante estos siete años, ella, sus padres y sus hermanos trataron de entablar contacto con Sofía «pero él nos mentía y nos echaba de la casa; no teníamos idea que lo que ella estaba pasando».

En este tiempo, Sofía tuvo cuatro nenas de 6,4,3 y 1 año «sobrinas que yo no conocía; son criaturas que no tienen DNI, vacunas y que no conocían una plaza hasta las rescataron», contó.

En enero, Rocío logró un contacto con su hermana a través de Facebook donde la joven le confesó que «tenía miedo, que la estaba pasando muy mal y que vivía un infierno».

Ese pedido de auxilio hizo que su hermana comprendiera el porqué del silencio de tantos años de Sofía, quien logró conectarse ese día, pero luego su pareja «la descubrió, rompió la computadora y le pegó».

Rocío relató que «averigüé y unas vecinas me dijeron que mi hermana, que sólo salía a la calle con él, logró hacerles gestos que ellas entendieron como un pedido de ayuda».

Decidió entonces hacer la denuncia en la comisaría de Presidente Perón «porque si no lo hacía, me devolvían a mi hermana en un cajón».

A partir de ese momento comienza la investigación a cargo de la Fiscalía Descentralizada de Presidente Perón y Enríquez fue detenido hace una semana acusado de privación ilegal de la libertad doblemente agravada por el vínculo y por el tiempo, tenencia de estupefacientes y tenencia ilegal de armas de guerra y municiones, por el Subcomisario Guillermo Gavilán y el Gabinete Criminológico de la Cria.1ra. de Pte.Perón.

El instructor judicial, Germán Di Pascual explicó que Sofía «tenía libertad de movimiento dentro de la casa, pero no se le permitía salir al exterior ni tener contacto con terceros».

«Estaba encerrada bajo amenazas de muerte hacia ella y sus hijos, fue víctima de violencia física y fue amenazada con armas de fuego varias veces», destacó y manifestó que, al ver al personal policial, la mujer rompió en llanto.

El miércoles, ella declaró ante el Fiscal Leandro Heredia. No se conocen los detalles de su testimonio.

Rocío compartió que «nunca voy a terminar de contar las vejaciones que sufrió mi hermana, pero respetamos sus tiempos, ella va hablando a medida que puede; no hay que exigirla».

De acuerdo al relato de la familia y de fuentes judiciales se sabe que Sofía intentó escapar en 2005 lo que hizo que su pareja la apuñalara y amenazara con un arma de fuego.

También, que la mujer vivía dentro de un cuarto en la casa, tenía poco contacto con sus hijas y recibía comida a través de una abertura.

Ahora, ella y sus cuatro hijas están en un lugar seguro donde son asistidas por un equipo interdisciplinario de abogados, psicólogos y psiquiatras del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense.

Oscar Roberto Enríquez también tenía una orden de captura ordenada por la UFI Nº21 de Lomas de Zamora por el presunto delito de narcotráfico.

«Mi hermana está llena de cicatrices» señaló Rocío. Se refiere a las físicas, pero también y sobre todo a las emocionales y psicológicas.

El acusado, tiene vinculaciones para la Justicia y los investigadores con la venta de drogas (marihuana, cocaína, pasta base, paco) en los partidos de Lomas de Zamora, Lanús, y en las localidades de Villa Fiorito y Villa Diamante .

Para sus tareas delictivas, el acusado contaba con la colaboración del grupo familiar, los que desarrollaban las mismas tareas en otras viviendas del detenido, al que además se le secuestraron armas de guerra de grueso calibre.

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