San Vicente: Desarticulan a banda narco liderada por paraguayo

banda-narco-paraguaya  Nueve narcotraficantes quedaron detenidos tras una espectacular procedicimiento de la Policía bonaerense en las localidades de San Vicente, Presidente Perón y Brandsen. Se incautó una gran cantidad de droga valuada en 2 millones de pesos.

Nueve narcotraficantes detenidos -varios de ellos de nacionalidad paraguaya- y la incautación tanto de cocaína -por un valor de 2 millones de pesos- como de marihuana, fue el saldo de un espectacular procedimiento realizado por la Policía de la Provincia de Buenos Aires, en el cual tres efectivos de la fuerza de seguridad y uno de los forajidos resultaron heridos de bala.

Trascendió que la brutal gavilla era liderada por un sujeto paraguayo apodado El Curepí, de 38 años.

Las investigaciones comenzaron en junio pasado, cuando pesquisas establecieron la existencia de malvivientes que comercializaban cocaína, marihuana y paco en San Vicente, Presidente Perón y Brandsen.

Para consumar la maniobra, la gavilla empezaba por reclutar como vendedores a gente de muy bajos recursos, a la que a veces luego desalojaba de sus casas, para instalar en esos domicilios a marginales de mayor experiencia.

Los ejecutores de esa actividad eran un hampón, conocido como El Mono, de 35 años, y su pareja, Florencia, de 34, quienes acabaron reducidos al cabo de un procedimiento concretado en una vivienda situada en Zuviría sin número, en Transradio.

El Mono tenía antecedentes en Lanús e incluso había participado de un tiroteo en Remedios de Escalada. A este individuo, que utilizaba como pantalla un negocio de venta de choripanes, se le incautaron una escopeta Ithaca, un revólver 32 largo y una pistola 11.25 sustraída a un efectivo de la Gendarmería Nacional Argentina.

Las diligencias, supervisadas por el fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, de Presidente Perón, fueron realizadas por la Coordinación Departamental de Investigaciones del Trafico de Drogas Ilícitas de La Plata, secundada por el Grupo de Apoyo Departamental (G.A.D.) de San Vicente y el Grupo Halcón.

Al allanar una vivienda ubicada en Las Rosas al 500 en Monte Grande, los pesquisas detuvieron a tres individuos paraguayos, que se hallaban acompañados por dos mujeres y dos bebés. Pero uno de esos sujetos, Javier Lesmo Riquelme, se tiroteó con los policías antidrogas e hirió a tres funcionarios, quienes fueron trasladados al Policlínico Sofía Terrero de Santamarina, en Monte Grande. Lesmo Riquelme acabó herido en el enfrentamiento y ahora permanece alojado, sedado y con fuerte custodia, en el mismo centro asistencial.

Los pesquisas baleados fueron el oficial principal Edgardo Giménez (con un disparo en un pómulo), el subinspector Leandro Ucedo (con un tiro en una pierna) y el subteniente Pablo Tomil (con una herida en el cuello). Giménez fue llevado a una clínica en Monte Grande. Ucedo y Tomil debieron ser trasladados hasta el Hospital Italiano, en La Plata.

El inmueble, donde había un Toyota Corolla con una patente paraguaya, se utilizaba para almacenar drogas y armas (algunas de estas últimas se las alquilaban a ladrones).

En un pozo de un metro de ancho, cubierto por un chapón, se incautaron bolsas con drogas, una pistola Glock 40, una escopeta, una carabina y numerosas municiones. Localizan casa quinta Simultáneamente, los policías allanaron una casa quinta de 40 por 60 metros, situada en Julio Sosa al 2300, y una propiedad aledaña, en la calle Filiberto al 100, en General Rodríguez. Al requisar la casa quinta, se encontró un gran laboratorio de cocaína y, tras otro tiroteo, se detuvo al líder de la gavilla y a otros dos narcos paraguayos.

Dos de las armas secuestradas en el lugar eran pistolas 9 milímetros, robadas a la Policía Federal. En estas viviendas se hallaron un Nissan y un VW Golf. Judith, otra mujer que integraba la banda, fue apresada en Villa Domínico.

Al respecto, los policías incautaron en total 25 kilogramos de cocaína, otros 20 kilos de marihuana, prensas, moldes, caloventores, precursos químicos y bolsas con pasta base. Las investigaciones se extendieron 6 meses e incluyeron 43.000 horas de escuchas de 10 líneas telefónicas, con sus respectivas decodificaciones, desgrabaciones y transcripciones.

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