Otra muerte más y van relacionadas al mundo de las drogas, en este caso un hombre asesino a una mujer policía en la estación de subtes línea C, luego de discutir con un empleado de subterráneos y la mujer policía que intentaron asistir a la pareja del asesino que estaba descompuesta al bajar de la formación, la policía fue atacada sorpresivamente por el acusado que le sustrajo y arma y le efectuó dos disparos.

Si bien la mujer fue llevada de urgencia al Hospital Churruca, los médicos no pudieron salvarle la vida. Presentaba una herida de arma de fuego en la región de tórax y cuello, y su pulmón izquierdo también se encontraba comprometido. Primero fue asistida en el shock room y luego ingresada al quirófano. Finalmente, falleció poco después de las 12.30 horas.

La víctima fatal fue identificada como Maribel Nélida Zalazar, de 35 años, quien se desempeñaba en la División Subtes de las líneas C, D, y H. Vivía en la localidad bonaerense de Glew, estaba en pareja y tenía dos hijos: uno de 13 años y otro de 5.

Salazar se había formado en la Policía Federal. Ingresó en 2014 y trabajó en esa fuerza hasta 2016. Un año después pidió el traspaso al gobierno de la Ciudad para sumarse a la policía local. Antes de eso, se había desempeñado en un local gastronómico en Adrogué, hasta 2008.

“La policía es un amor, la vemos todos los días. Para nosotros es una compañera. Ella trabaja en Retiro y Constitución”, dijo un delegado de la línea C de subte a la prensa, antes de conocerse la noticia sobre su deceso.

La realidad es que los medios informaron que según datos suministrados por la Policía de la Ciudad, el asesino es de nacionalidad paraguaya, de nombre Oscar Gustavo Valdez contaba con varios antecedentes policiales, entre ellos un homicidio en Paraguay y que en la villa de Retiro hacía de culata o custodio de narcos. Lo sabían todos menos la Policía de la Ciudad que parece se enteraron ahora de que tenían un peligroso delincuente en CABA.

También se va a peritar el chaleco de la mujer policía dado que es técnicamente imposible que el proyectil atraviese como se ve el kevlar, lo que deja como hipótesis que el disparo a la mujer fue con ella en el suelo o de rodillas, ingresando por arriba y desgarrando el chaleco.