El hallazgo de un cuerpo vuelve a sacudir al partido de Quilmes. El cadáver apareció tendido en el suelo en un basural de Ezpeleta. El llamado al 911 lanzó una serie de averiguaciones que permitieron reconstruir la historia: los restos pertenecen a un delincuente con antecedentes penales que intentó asaltar a un gendarme y que huyó herido de un disparo en el tórax.

El cuerpo de Sergio Emmanuel Pacheco (36 años) apareció tirado en la calle Luis Agote entre Martín Rodríguez y O’Higgins, al costado del predio de un cementerio privado y una zona de pequeñas fábricas.

Cerca de las 7 de la mañana de este sábado, un vecino descubrió el cuerpo que yacía entre escombros, descartes y animales muertos. Pacheco no tenía signos vitales, de acuerdo al personal de la Comisaría 3era. de Quilmes que intervino ante el alerta.

«Estaba tirado de costado, con una mano abajo del cuerpo, y la otra arriba», dijo Francisco, quien encontró el cadáver. «Pensé que era un animal, pero me venía arrimando y veo unas piernas», agregó en diálogo con Crónica TV. Además, dijo que había una huella fresca de ruedas de vehículo.

La fiscal Karina Gallo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 4 de Quilmes, tiró de la madeja y conectó el hallazgo con un episodio de inseguridad que había tenido lugar en el mismo municipio del sur bonaerense. Así, identificó a Pacheco como el hombre que, apenas unas horas antes, intentó robarle a un gendarme de 23 años en San Francisco Solano.

De acuerdo al testimonio del gendarme, el delincuente se bajó de un Volkswagen Bora e intentó robarle sus pertenencias. El uniformado, que presta servicio en el barrio Puerta de Hierro (La Matanza), se resistió, disparó con su arma reglamentaria y lo hirió en pecho. En mal estado, Pacheco alcanzó a subirse al vehículo y a escapar con la asistencia de al menos un cómplice.

Gracias al análisis de las cámaras de monitoreo municipales y la descripción que dio el gendarme, la fiscal Gallo no solo logró identificar el cuerpo de Pacheco, sino que reconstruyó el derrotero del Volkswagen Bora.

Según La Noticia de Quilmes, la principal hipótesis es que el cómplice -investigan cuántos eran a bordo del vehículo- decidió descartar a Pacheco, que presentaba un disparo en el tórax con orificio de entrada y salida.

Pacheco estuvo preso en la Unidad Penitenciaria 23 de Florencio Varela hasta octubre del 2021 por un «robo agravado». También tenía antecedentes en una causa por «resistencia a la autoridad».

El episodio quedó caratulado como «robo en grado de tentativa». De acuerdo a los investigadores, el gendarme actuó en «legítima defensa».